Este martes arranca oficialmente la negociación del salario mínimo, dato fundamental para millones de colombianos que devengan dicho salario. 1.200,000 hombres y 972,000 mujeres que representan el 9.9 % de la fuerza laboral del país, es decir, 10 % del personal ocupado.
Más de 2 millones de personas que dependen de lo que pase a partir de hoy en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, mesa tripartida donde tienen asiento de Gobierno, empresarios y centrales obreras y cuya instalación marca el arranque de las negociaciones del salario mínimo para el 2024.
Esto tras un alza del 16% durante este año que dejó el mínimo en 1,160,000 pesos y de un asilo de transporte que aumentó 20 %, ubicándose en 140,606 pesos para un total de 1,300.000 pesos de ingreso mensual durante este año. Estos porcentajes difícilmente volverán a repetirse para el 2024 debido a un contexto económico y social particularmente desafiante.
En primer lugar, con una economía que se contrajo por primera vez en este siglo durante el tercer trimestre de este año, claro a excepción de la pandemia, y que podría cerrar este 2023 con un insípido crecimiento en torno al 1 %, muy lejos del 9.4 % de crecimiento del Producto Interno Bruto que se tomó en la negociación del año pasado.
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En segundo lugar, está el dato de productividad, que podría estar alrededor del 1 %, o que incluso podría ser negativo según dicen varios analistas y que también sería inferior a la productividad del 1.24 por ciento, que se usó en el año pasado. Tercero, con una inflación o carestía que podría terminar este año en torno por debajo del 10 %, lejísimos del 13.12 por ciento del año pasado y en concreto de la inflación del 14.34 % de hogares, pobres y vulnerables que se utilizó para fijar el salario mínimo de este año.
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