En días recientes, se desató una polémica por la cifra de productividad laboral en el país publicada por el Dane . Algunos líderes del sector financiero y gremial, entre ellos el presidente de la Andi, Bruce McMaster, cuestionan la validez de estos números.
La afirmación de un crecimiento de la productividad del 3 % en un entorno de baja actividad económica llevó a muchos a preguntarse: ¿es realmente posible?, ¿se inflaron los números?, ¿en qué se basan?
En diálogo con Mañanas Blu con Néstor Morales, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, explicó que la productividad laboral, a diferencia de otras cifras económicas como el PIB, inflación o desempleo, no es una variable observable, sino que requiere de modelos económicos complejos y varios supuestos que deben ser discutidos.
“La cifra del cálculo de productividad laboral es muy distinta en su naturaleza a todas las demás cifras que produce el Dane. Cuando hablamos de crecimiento económico, la inflación, el desempleo, son operaciones estadísticas que surgen de un levantamiento muestral, unos factores de expansión, que terminan dando unas cifras razonables. El Dane cumple con todos los estándares a nivel internacional, un equipo riguroso; la diferencia con el cálculo de productividad es que la productividad no es una variable observable”, explicó.
Para calcularlo, usted requiere de una serie de modelos económicos, de una serie de supuestos que valen la pena contrastar en este momento, porque a nosotros nos sorprendió muchísimo lo que anunció el Dane ayer. Unas cifras de crecimiento, productividad laboral, que en algunos casos superan el 3 %, en una economía que crece muy poco. Tres primeros trimestres del año el crecimiento fue apenas el 1.6 % y en donde el desempleo sigue estando relativamente alto
El impacto en la discusión del salario mínimo
Este crecimiento sorpresivo de la productividad tiene implicaciones directas en la discusión sobre el salario mínimo para el 2025. Mejía subrayó que un alto índice de crecimiento de productividad establece "un piso técnico" para el aumento.
“Eso tiene implicaciones muy importantes porque ustedes saben muy bien que el salario mínimo al final termina generando todos los incentivos para contratar empleo formal, para la dinámica del mercado laboral y por eso creo que vale la pena profundizar esta discusión”, recalcó.
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Mientras que la inflación se proyecta cercana al 5.2 %, según dijo, el cálculo de productividad que estima el gremio es considerablemente más bajo. Si se considera este último, el aumento del salario debe ser menor al rango propuesto si la productividad realmente supera el 3 %.
“Entonces, no es que creamos que haya Photoshop. Es simplemente que queremos contrastar cifras de productividad que publicó el Dane con nuestros modelos, nuestras estimaciones para entender en dos en dónde están las diferencias y con base en eso, pues la mesa de concertación tenga la mejor información disponible para tomar decisiones”, aclaró.
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Modelos y supuestos en los que se basa la productividad
Para dar respuesta a esta cuestión, Mejía indicó que el cálculo de la productividad puede incluir diversos factores, desde la función de producción al papel que juegan insumos no tradicionales como la tierra y la energía.
“Es difícil entender cómo una economía que no es boyante, pues tengamos un crecimiento de la productividad tan alto, pero ratifico, es una discusión distinta, porque el cálculo de productividad no es una operación estadística tradicional”, enfatizó.