En una situación inédita para la política colombiana, el Congreso ha rechazado el presupuesto general de la Nación para 2024, lo que obliga al Gobierno a emitirlo por decreto, una medida excepcional que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal del país.
Con un monto originalmente propuesto de 523 billones de pesos, la decisión ha generado incertidumbre tanto en el ámbito económico como en las relaciones del Gobierno con el Congreso, las calificadoras de riesgo y los mercados internacionales.
El escenario actual: presupuesto por decreto
El presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta de Twitter, anunció que adoptará el presupuesto por decreto, lo que ha suscitado dudas sobre la viabilidad de esta decisión. Óscar Darío Pérez, representante en la Comisión Tercera de Asuntos Económicos del Congreso, explicó que la Constitución permite esta maniobra cuando el Congreso no aprueba el proyecto de ley. Sin embargo, el verdadero desafío radica en que la cifra de 523 billones no tiene el respaldo de los ingresos necesarios para cubrir ese monto.
"Lo que sucede es que, aunque el Gobierno puede emitir el presupuesto por decreto, si no hay los recursos suficientes, se verán obligados a ajustarlo, como ya ha sucedido en años anteriores", advirtió Pérez. Para 2025, el presupuesto enfrenta un déficit que podría forzar ajustes de hasta 30 billones de pesos, lo que afectaría a varios sectores clave.
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Marco de sostenibilidad fiscal: ¿523 o 511 billones?
Uno de los puntos de controversia es la cifra exacta que debería adoptar el Gobierno. El marco de sostenibilidad fiscal establece un límite de 511 billones de pesos, por lo que el presupuesto original de 523 billones plantea un desajuste significativo.
"El Gobierno insiste en los 523 billones, pero la realidad es que esos ingresos son contingentes y no se han materializado. Muy posiblemente, no se van a dar", afirmó Pérez.
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Este escenario obligaría al Gobierno a realizar recortes drásticos en varios sectores si no se aprueba la llamada "ley de financiamiento", una reforma tributaria disfrazada que busca generar los ingresos faltantes.
Reforma tributaria, la otra cara de la moneda
El otro gran tema en discusión es la reforma tributaria que acompaña al presupuesto. Jorge Eliécer Salazar, presidente de las Comisiones Económicas del Congreso, señaló que esta reforma, que incluye aumentos en el impuesto al patrimonio, renta para personas naturales, y modificaciones al IVA, será esencial para equilibrar las cuentas del gobierno. Sin embargo, la resistencia en el Congreso ha sido fuerte.
"El Gobierno busca sumar hasta 8 billones de pesos con la reforma, pero muchos de los artículos propuestos afectarían directamente a los colombianos con más impuestos. Nadie en el Congreso va a aprobar más cargas fiscales en este momento", indicó Salazar, quien destacó que si no se llega a un acuerdo, el gobierno tendrá que limitar el presupuesto a los 511 billones asegurados.
Además, la reforma también incluye medidas como el impuesto al carbono, que se triplicaría, y el fin del régimen simple, lo que generaría un impacto significativo en varios sectores de la economía.
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Implicaciones internacionales: mensaje para las calificadoras de riesgo
La emisión del presupuesto por decreto no solo tiene repercusiones internas, sino también en la percepción internacional. Las calificadoras de riesgo y los mercados financieros observan de cerca este tipo de decisiones, ya que impactan en la prima de riesgo país y el costo de la deuda externa.
Salazar coincidió en que la incertidumbre generada por esta situación podría aumentar el costo de la deuda del país y afectar la confianza en los mercados.
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"No es fácil calcular cuánto aumentará la prima de riesgo, pero es probable que haya un incremento, lo que encarecerá el financiamiento del Gobierno", comentó.
¿Qué pasa si no hay 523 billones?
Uno de los puntos más críticos es que, aunque el Gobierno apruebe un presupuesto de 523 billones, si no cuenta con los ingresos necesarios, tendrá que ajustarlo. Pérez explicó que el gobierno enfrentará el dilema de tener que realizar recortes en varias áreas.
Es como si uno hace un presupuesto para su casa de 4 millones de pesos, pero solo le ingresan 2. Eventualmente, tendrá que ajustarse a la realidad de los ingresos
Salazar añadió que, en caso de no aprobarse la ley de financiamiento, el Gobierno se verá obligado a congelar parte del presupuesto y reducirlo a los 511 billones.
"Eso es lo que realmente va a suceder. Aunque saquen el presupuesto por 523, si no tienen el dinero, terminarán ejecutando lo que el Congreso propuso originalmente", enfatizó.