En medio de un panorama energético incierto, Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen , ha vuelto a prender alarmas sobre la situación crítica del sector eléctrico en Colombia. En una reciente entrevista en Sala de Prensa, Gutiérrez subrayó que, a pesar de los esfuerzos por diversificar la matriz energética del país, persisten serias preocupaciones sobre la seguridad energética, especialmente de cara al 2026, año en el que se proyecta un posible desabastecimiento de energía eléctrica.
"Por el afán de una transición energética acelerada, nos estamos olvidando de la seguridad energética", afirmó Gutiérrez. Para la presidenta de Acolgen, la necesidad de una transición hacia energías renovables, como la solar y eólica, no debe eclipsar la importancia de tecnologías clave para el país, como la generación hidráulica y el uso del gas como combustible de transición. En su opinión, la prioridad debe ser asegurar un suministro estable de energía, ya que sin este, la transición verde será inviable.
La dirigente también enfatizó que los balances de energía , tanto desde la oferta como la demanda, muestran señales preocupantes. Según Gutiérrez, "XM, el operador del mercado, ha levantado alertas", mientras que estudios de la Unidad de Planeación Energética y la Universidad Nacional proyectan un escenario de desabastecimiento para 2026. Esto se agrava con el fenómeno de El Niño, que reduce significativamente la capacidad de generación hidráulica, lo que obliga a una mayor dependencia de las plantas térmicas. Sin embargo, estas últimas solo pueden suplir hasta el 50 % de la demanda energética del país en tiempos de sequía.
Además, la presidenta de Acolgen destacó que la falta de avance en proyectos claves, como los de energía eólica en la costa atlántica, ha exacerbado la situación. "Tenemos que reaccionar como país, con el Gobierno y las empresas para evitar el desabastecimiento", señaló, insistiendo en la necesidad de tomar acciones inmediatas.
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Entre las soluciones propuestas por Gutiérrez está la realización de una subasta de energía a largo plazo, que permitiría expandir la capacidad de generación del país y garantizar inversiones a futuro. También destacó la importancia de gestionar mejor el agua y la energía. "Nos toca ahorrar agua y energía", advirtió, llamando a los colombianos a ser más conscientes del consumo de recursos en sus hogares.
El panorama no es alentador, pero Gutiérrez mantiene un enfoque pragmático. En sus palabras, “el incremento en las facturas de energía es una señal de que debemos ahorrar”. Ante esta realidad, el sector energético y los colombianos deben prepararse para enfrentar los desafíos que trae consigo la escasez de recursos y la lenta transición energética del país.
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