Según las cifras DANE, las exportaciones de Colombia cayeron en 40.3%, las ventas externas del país fueron de 2.278,1 millones, lo cual significó una caída del 26.4% comparándolo con el mismo periodo del 2019. Sin embargo, durante el mes de Julio las exportaciones tuvieron un repunte del 12%, según el Ministro de Comercio, Industria y Turismo.
Las pérdidas que ha dejado la pandemia, en materia de exportaciones, son de casi 1.000 millones, sin embargo, muchos sectores de la economía han tenido un avance en los últimos días, entre esos, el de la construcción. Existen empresas colombianas de este sector que han visto en Latinoamérica un potencial público; incluso, en la recesión que vive el mundo, no han dejado de hacer esfuerzos por expandir mercado en esta zona del continente.
Así lo expresó Ángela Loaiza, directora de Exportaciones en Azembla, empresa colombiana experta en innovación constructiva en PVC.
“A pesar de la pandemia y la contracción económica de muchos mercados, este año estamos logrando abrir mercado a 2 nuevos países en LATAM: Jamaica y Argentina, llegado con sistemas de ventanería y tubulares en PVC. En términos generales, se ha exportado a 25 países y, durante los últimos 4 años, las ventas en Colombia han representado el 45% y a Latinoamérica un 36% de nuestras ventas totales”, dijo.
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Es ahí donde se encuentra el potencial a la hora de pensar en exportación a dicha región, pues las problemáticas sociales abundan en la zona. Las cifras muestran que dos de cada tres familias latinas necesitan mejor vivienda, por lo tanto, los países seguirán incentivando los proyectos de vivienda de interés social que permitan que las familias accedan a una casa digna, durable, aséptica, fácil de mantener, que cumpla con todas las normas de sismo resistencia, entre otras.
Las exportaciones del sector constructor colombiano han aportado a la solución de problemáticas que aquejan a los países Latinoamericanos en términos de vivienda, salud y educación; como lo explicó Loaiza “en los últimos 4 años hemos exportado más de 300.000 m2 de Royal Building System (sistema constructivo en PVC), destinados al programa Techos de Esperanza en Panamá, lo cual ha servido para la construcción de aproximadamente 8.500 viviendas de interés social para familias de escasos recursos”.
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Tan solo en Colombia, uno de los países más desarrollados de la zona, únicamente el 60% de la población tiene acceso a la salud, lo cual significa una oportunidad para el sector de construcción. Sin embargo, ha sido difícil, pues una cantidad amplia de la población no tiene acceso a la atención médica porque es casi imposible construir puestos de salud en dichas zonas, como por ejemplo en la selva.
“En Latinoamérica existen municipios donde es muy difícil acceder, a veces la única forma de llegar es en canoa; por ende, para construir algo se necesitan materiales y sistemas constructivos livianos, resistentes a la humedad y salinidad para transportar por medios fluviales, que ya vengan prefabricados para que la construcción en sitio sea hasta un 50% más rápida y requiera menos mano de obra. Así se optimizarían los tiempos y recursos para construir más rápido y más económico. Por ejemplo, en municipios remotos de Guainía y Cauca se están construyendo un total de 10 puestos de salud con el sistema RBS de Azembla", dijo.
Por último, atendiendo a las problemáticas educativas en el continente, que son realmente devastadoras, según el MinTIC, casi 20 millones de colombianos no cuentan con banda ancha; casi el 70% de niños estrato 1, no tienen acceso a un computador o al servicio de internet. Por lo tanto, es fundamental que los países latinoamericanos sigan teniendo escuelas (presenciales) aptas para educar a las poblaciones.
Así que la educación ha sido y seguirá siendo uno de los proyectos más importantes en los países Latinoamericanos. Así lo explicó Loaiza “5 países Latinoamericanos han construido infraestructura educativa con nuestro sistema constructivo RBS, el proyecto más reciente es en Bolivia, en el municipio de Mecapaca donde en menos de 2 meses se avanzó la obra de un colegio de 2 pisos para niños de escasos recursos.”
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De esta manera se visibiliza una gran oportunidad para el sector constructor colombiano, no solo recuperando las pérdidas en cuanto a la exportación que ha dejado la pandemia, sino también, dando solución a las problemáticas sociales del continente.