El poder de la amistad: un hombre se ganó la lotería y cumplió promesa de treinta años

La verdadera amistad perdura en el tiempo, y un ejemplo notable de ello es la historia de Thomas Cook y Joseph Feeney, dos amigos de Wisconsin que, tras más de tres décadas, cumplieron una promesa que cambiaría sus vidas. En junio de 2020, Cook ganó 22 millones de dólares en el Powerball y decidió honrar el pacto que había hecho con Feeney 28 años antes: compartir el premio, sin importar quién lo ganara.

Todo comenzó en 1992, cuando Cook y Feeney, sellaron el pacto que en ese momento parecía un gesto amistoso sin grandes expectativas, finalmente se convirtió en una realidad cuando Cook compró el boleto ganador en una estación de servicio en Menomonie, Wisconsin.

El 10 de junio de 2020, Cook revisó su boleto y no podía creer lo que veía: los números coincidían. "Cuando leí los primeros dos o tres números, quedé en shock ", comentó Cook en una entrevista con la Lotería de Wisconsin. La noticia era real, y lo primero que hizo fue llamar a Feeney para darle la increíble noticia. "¿Estás bromeando?", fue la reacción de su amigo, quien inicialmente no podía creer lo que escuchaba.

Sin embargo, Feeney pronto recordó el compromiso que ambos habían sellado con un apretón de manos décadas atrás. "Un apretón de manos es un apretón de manos", le dijo Cook, reafirmando su determinación de cumplir la promesa. Ambos amigos optaron por recibir el premio en un solo pago, que después de impuestos ascendió a USD 16,7 millones. Finalmente, cada uno se llevó a casa aproximadamente USD 5,7 millones.

El compromiso y la lealtad demostrados por Cook impresionaron no solo a Feeney, sino también a la comunidad local y al público en general, cuando los medios internacionales comenzaron a difundir la historia.

A pesar de la fortuna, Cook y Feeney no planean hacer cambios drásticos en sus vidas. Cook, tras recibir el premio, decidió retirarse de su trabajo para pasar más tiempo con su familia, mientras que Feeney, un bombero jubilado, tiene la intención de continuar disfrutando de su retiro viajando por carretera con su esposa y amigos, una actividad que ya era parte de su rutina.

Lo que comenzó como una simple promesa entre amigos se convirtió en una muestra de honor y compromiso, demostrando que la verdadera riqueza no solo se mide en dinero, sino en la capacidad de mantener la palabra y el valor de las relaciones.