Colombia y Estados Unidos acordaron la firma de una nota interpretativa al tratado de libre comercio que tienen ambos países desde 2012. La noticia se da justo en la última semana de la administración de Joe Biden en el poder.
La nota no necesita aprobación de ninguno de los dos congresos. Sin embargo, congresistas de ambos países habían enviado cartas a sus respectivos gobiernos, pidiendo detener la firma del acuerdo.
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Esto ha generado incertidumbre e interrogantes por parte de los inversionistas y comerciantes, quienes se verían directamente impactados.
Luis Carlos Reyes , ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, habló en Mañanas Blu sobre la nota interpretativa del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
El ministro detalló que, dentro del marco de administración del TLC, las comisiones de ambos países se encargan de atender disputas y aclarar interpretaciones. Por tanto, no es necesario que el Congreso de ambos países esté involucrado en cada procedimiento administrativo; sería un proceso ineficaz.
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Reyes enfatizó que, al firmar el TLC, ambas naciones no renunciaron a la facultad de desarrollar políticas públicas, incluso en regulaciones ambientales.
La nota interpretativa establece que estas decisiones no dan derecho a indemnización a las empresas multinacionales, aclarando así las expectativas legítimas de los inversionistas.
El ministro también reafirmó que el arbitraje internacional sigue existiendo, pero su objeto y limitaciones quedan más claramente definidos, impidiendo que se revisen decisiones fundamentales de la justicia colombiana.
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Un punto de controversia proviene de sectores que argumentan que tal modificación debería haber pasado por el Congreso, ya que consideran que la nota interpretativa afecta los derechos de los inversionistas establecidos en el acuerdo.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, María Claudia Lacouture, señaló que este cambio genera incertidumbre jurídica y podría limitar el acceso al arbitraje internacional, afectando la confianza inversionista por el temor a restricciones en sus derechos adquiridos.
Uno de los puntos son las diferencias en el manejo de estos TLC entre EE.UU., Colombia y otros países, como lo hicieron Canadá y México, donde modificaciones sustanciales sí requirieron aprobación del Congreso.
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Señaló que los mecanismos bilaterales son necesarios para cualquier futuro cambio y que es imperativo escuchar las preocupaciones del sector privado y de las instituciones legales del país.
Escuche aquí la entrevista:
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