Cerca de 106.000 casas se dejaron de vender el año anterior, de acuerdo con Camacol, por las altas tasas de interés, las políticas del programa gubernamental ‘Mi Casa Ya’ y el bajo salario de los colombianos. El presidente de la entidad, Guillermo Herrera, afirmó que es necesario encontrar más estrategias de reactivación en la compra de viviendas ante una caída del 45 % en el 2023.
Según informó la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), las viviendas de interés social (VIS) representaron una caída de casi el 50 % frente al 2022. Es decir, si para ese año se vendieron 172.000 hogares, en el 2023 la venta apenas superó los 86.000. La cifra preocupó a la organización, quien hizo un llamado al Gobierno nacional para que incentive la activación del sector.
“Sin duda tiene que ir mucho más allá de la suficiencia de subsidios para la operación del programa Mi casa Ya”, dijo Herrera. “Hay una situación que se debe evaluar y corregir porque, sin duda, vamos a seguir teniendo unos niveles muy altos de desistimientos”, continuó.
El directivo afirmó que una solución temprana al contexto que vive hoy el sector inmobiliario sería la disminución de las tasas de interés hipotecarias de acuerdo con la tendencia que tiene la inflación. “Esto permitirá mejorar las condiciones de financiación de los hogares que quieran comprar vivienda y será un factor determinante en la reducción de los desistimientos”, concluyó.
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Para el 2024, el programa gubernamental tiene presupuestado un límite de 50.000 beneficiarios. ‘Mi casa Ya’ subsidiaría la cuota inicial de los grupos A1 a C8 del Sisbén con 39 millones de pesos, mientras que, del C9 al D20, lo hará por un valor de $26 millones. Sin embargo, para Camacol la cifra se queda corta frente a las 70.000 viviendas que hay disponibles por entregar.