Un reciente informe de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) advierte que el abigeato continúa, pese a las acciones emprendidas por la Policía Nacional.
Amplias regiones ganaderas del país siguen siendo azotadas por bandas criminales que encuentran en el robo de ganado una fuente inmejorable de ingresos ilícitos, según Fedegán.
Solo en 2022, asegura el gremio, fueron robadas 1.350 cabezas de ganado y en lo que va del presente año esa cifra ya está en los 322 bovinos hurtados por bandas que también se dedican a delitos como la minería ilegal, la extorsión, el secuestro y el narcotráfico.
Los departamentos más afectados por este delito son Meta, Cesar, Sucre y Boyacá en donde hay grandes extensiones de tierra dedicadas al pastoreo, pero también una presencia importante de bandas criminales como el Clan del Golfo que se lucran de las rentas ilegales.
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Pero no solamente es el robo de ganado sino el tráfico de carne. Señala Fedegan que la Policía incautó más de una tonelada de carne que era transportada “por carreteras y trochas en condiciones ilegales y sin las debidas condiciones sanitarias”.
A eso se suma que al país ingresaron de manera ilegal entre 2016 y 2019 más de seis millones de cabezas de ganado bovino de contrabando lo que permitió a los criminales lavar más de 2.400 millones dólares en el mercado negro de carne de res.
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Manuel Fajardo, del Comité de Ganaderos de Boyacá, también llamó la atención por el incremento del robo de equipos utilizados en las ganaderías de leche especializada (cantinas, bombas, equipos de ordeño y demás), fenómeno que se ha aumentado en este departamento.