Autor: Marcelo Berenstein
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Ya es casi un lugar común decir que Internet revolucionó la vida de las personas de una forma tal como nunca antes ocurrió en la historia. Todas las actividades conocidas han visto cambiar radicalmente sus formas, masividad y utilización, y el universo de las inversiones es uno de los que más transformaciones ha experimentado desde el surgimiento de la red.
Desde los primeros sitios surgidos a fines del siglo 20 a las poderosas y seguras plataformas tecnológicas actuales, millones de personas de los cinco continentes han descubierto que invertir es más sencillo de lo que pensaban con el fin de hacerle frente a los cambios en los costos de vida.
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¿Por qué digo que es sencillo? Porque definitivamente las plataformas digitales de la actualidad hacen una fuerte apuesta por la seguridad y tranquilidad de los usuarios poniendo a disposición una amplia variedad información para que tomen decisiones racionales y conocimiento al momento de invertir.
Una de mis recomendaciones es ser prudente al invertir sin importar si es tu primera vez o si ya lo vienes haciendo con regularidad. La tentación es un pecado que sale caro.
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Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de trading?
A la hora de definir lo que es trading , podemos responder de forma breve lo siguiente: la compra y venta de activos (acciones, derivados o divisas), obviamente, buscando un rédito económico.
Un porcentaje mayoritario de las operaciones se realizan en plazos de tiempo breves que van desde segundos a horas, mientras que un número menor de operaciones se hacen en tiempos más prolongados (días o semanas).
La lógica del trading es muy comprensible. Haciendo un seguimiento de los precios de los activos, conviene vender cuando la tendencia es alcista, comprando barato y antes de que la racha se convierta en negativa. A la inversa, cuando los precios comienzan a bajar es momento de vender todavía con precios altos para posteriormente volver a comprar con valores más baratos.
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Los tipos de trading
- Day Trading: Opera con diferentes activos y tanto las compras como las ventas se realizan en el mismo día.
- Scalping: Operaciones con plazos de tiempo extremadamente cortos que van de segundos a horas. Tienen una rentabilidad muy baja porque la variación de precios en tiempos tan breves es mínima por lo que se requiere cerrar con éxito una cantidad importante de operaciones en un plazo ultracorto para obtener ganancias interesantes. No es una modalidad que recomendemos a quienes están dando sus primeros pasos en el trading.
- Swing trading: Es esta modalidad, los tiempos son más largos, pudiendo tener las operaciones activas hasta un tope de diez días.
- Direccional: Modalidad similar a la anterior pero que opera con plazos menores de tiempo. La principal similitud entre ambos tipos de trading es que ambos requieren de un profundo estudio del mercado para trazar la estrategia más conveniente.
Comenzar a invertir
La irrupción de las plataformas inteligentes logró unir dos mundos que hasta hace pocos años estaban distantes: la gente común y las herramientas de inversión.
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La mayoría de los seres humanos queremos hacer crecer nuestro dinero y le trading nos permite lograrlo en nuestro tiempo libre y sin mayores esfuerzos. Solo necesitas tener presente estos pocos puntos:
- Requieres un capital mínimo: No es recomendable largarse a invertir sin un capital mínimo que sirva como resguardo para enfrentar las rachas negativas (que siempre hay).
- El apalancamiento es un canto de sirenas: El apalancamiento es una opción que permite invertir más dinero del que tiene en la cuenta. Este dinero no viene de la caridad ni cae del cielo, sino que es “facilitado” por el broker.
Puede resultar muy tentador invertir más dinero del disponible pero cuidado que en la práctica conlleva riesgos grandes, tan grandes como perder todo tu capital y que te cierren la cuenta.
Invertir con dinero de terceros puede llevarte a perder el control de los montos invertidos y, cuando quieres darte cuenta, tu deuda con el broker es más grande que tus ahorros.
- Cuidado con invertir en plazos muy cortos: La prudencia es el mejor aliado para los inversores menos expertos, por eso recomendamos no abusar (y en lo posible evitar) del scalping. Las operaciones de plazos muy cortos
de tiempo requieren análisis exhaustivos del mercado, seguimiento casi en tiempo real de las variables del mercado, mucha experiencia y no tener miedo al riesgo.
- Aprender de los errores: La lógica de los mercados no se relaciona de ningún modo con rachas y otros designios. Las emociones y las intuiciones tampoco hacen un gran favor, sino todo lo contrario. Si buscas ganancias consistentes deber ser racional, analizar y, sobre todo, encontrar una metodología propia que te permita sentirte cómodo para obtener provecho por entender los vaivenes del mercado.