A través de LinkedIn , la red social profesional diseñada para conectar a personas, empresas e instituciones en todo el mundo, se desató todo un debate sobre cómo funciona el crédito de vivienda en Colombia.
Debate que inició Santiago Covelli el CEO del banco digital Lulo Bank , quien se refirió a cómo muchos colombianos sacan un crédito para comprar casa el cual dura años en pagarse y según él, se puede volver no una inversión sino un gasto.
"Si tomas un crédito de vivienda por 200 millones de pesos a una tasa del 11% E.A., durante los primeros 10 años, más del 70% de tus pagos se destinarán únicamente a intereses. En otras palabras, empezarás a pagar realmente tu casa en 10 años", señaló el CEO del banco.
Según Covelli con un crédito de 20 años y una cuota fija de $2 millones, en el primer año se pagarán $20.8 millones en intereses y solo $3.1 millones al capital. Después de 10 años, el 70.97% de los pagos habrá sido destinado a intereses, y se habrán reducido apenas $69 millones de la deuda inicial.
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El punto al que quiere llegar el CEO de Lulo Bank es que en lugar de pagar cuotas, podría invertir ese dinero y hacer que trabaje. "Aunque es probable que se valorice el inmueble, pagaste más del doble del costo por ella, congelaste recursos por más de 20 años y, probablemente, no la venderás al año 20", puntualiza.
Jerónimo Uribe, que está en el negocio inmobiliario, rechazó la teoría de Covelli
En esa misma red social, Jerónimo Uribe, el hijo del expresidente Álvaro Uribe, critica la suposición de que alguien que decide no comprar una propiedad invierte todo el dinero ahorrado en lugar de pagar una hipoteca y obtiene consistentemente rendimientos superiores a la valorización de una propiedad.
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Considera estos supuestos como irreales, señalando que las tasas de ahorro en América Latina son muy bajas y que encontrar inversiones con rendimientos superiores a la valorización de una propiedad durante 20 años es difícil para la mayoría.
En cambio, se proponen supuestos más realistas: una valorización anual del 6% de la propiedad, un arriendo equivalente al 3% anual del valor de la propiedad, un ahorro del 50% de la diferencia entre la hipoteca y el arriendo, e inversiones con un retorno del 7%.
En este escenario, después de 20 años, quien compra una propiedad tendría un bien valorado en $680 millones, mientras que quien no compra tendría ahorros por $280 millones.
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