Decenas de miles de estibadores en 14 grandes puertos del este de Estados Unidos y en el Golfo de México comenzaron esta madrugada una huelga ante la falta de acuerdo entre el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA) y la patronal USMX (US Maritime Alliance).
Este martes, los puertos de Nueva York/Newark, Baltimore, Savannah, Houston, Miami o Nueva Orleans están parados, con piquetes y concentraciones en sus entradas. Este parón, por supuesto, ha generado una serie de preocupaciones en el comercio internacional, pues esta situación creó una fuerte congestión en la logística de transporte marítimo.
Cabe recordar que los buques no pueden ingresar a los puertos y se ven obligados a dejar la carga en puertos anteriores o posteriores, según describió en Mañanas Blu con Camila Zuluaga, el presidente de Analdex, Javier Díaz.
Explicó que esta congestión y paralización de los puertos afecta, especialmente, el comercio entre Europa y Estados Unidos, así como el comercio entre América Latina y EEUU. Si la situación continua, dijo, se podría registrar un fenómeno como el de la pandemia, cuando hubo escasez.
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"Los 36 puertos de la costa este están cerrados. Entonces, habrá una congestión en la parte de los buques y muy seguramente se va a presentar un fenómeno similar al que vimos después de la pandemia, cuando hubo la escasez de contenedores, porque los contenedores no van a poder salir de los Estados Unidos y esto termina afectando, particularmente, el comercio de Europa con Estados Unidos y de Latinoamérica con Estados Unidos", señaló.
En el caso particular de Colombia, explicó, más del 60 % de las exportaciones del país se dirigen a la costa este de Estados Unidos, por lo que la prolongación de la huelga podría impedir la entrega de los productos o requerir rutas alternativas a través de la costa oeste, lo cual implica costos adicionales, según dijo.
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Por otro lado, en cuanto a las importaciones, las afectaciones son menores, pues mencionó que ya la mayoría de los productos importados por Colombia provienen de la costa oeste y entran por el puerto de Buenaventura en el Pacífico. Sin embargo, destacó que la paralización de los puertos podría generar un aumento en los precios de los productos importados debido a la escasez y la mayor demanda.
En cuanto a la afectación de la huelga en el comercio internacional, dijo que se espera un impacto significativo en los precios de las materias primas producidas en América Latina. Esta situación se suma a la volatilidad provocada por los acontecimientos en Medio Oriente y la incertidumbre en la negociación de la huelga.
Ahora, se espera que los fletes aumenten nuevamente, lo cual tendrá consecuencias en la inflación mundial y en el precio de los productos.
"Si la huelga se prolonga durante mucho tiempo y hay alta probabilidad de que ello sea así, porque están muy lejos las posiciones en la mesa de negociación, pues la afectación es que los fletes se suben. Se incrementan fletes que están bajando en julio-agosto; empezarán a subir nuevamente, con todo lo que ello significa para la inflación mundial, para el precio de todos los productos. Eso es como el efecto que vamos a ver en los próximos días, meses, si la huelga se intensifica", añadió.
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