La historia del acero en Colombia se remonta al siglo XIX, cuando se iniciaron los primeros intentos de producción en pequeña escala. Sin embargo, fue a partir del siglo XX que la industria del acero experimentó un crecimiento significativo, impulsado por la demanda de infraestructura para el desarrollo del país. La creación de empresas diversas entidades como Camacero, marcaron un hito en la consolidación de esta industria.
Sin embargo, hay que resaltar que uno de los gremios más afectados en época de pandemia fue el gremio del acero y, aunque parece que ahora el panorama es distinto, hay grandes retos.
"Indudablemente el acero es uno de los materiales para construcción más utilizados, sin embargo, en Colombia todavía falta mayor educación para utilizar el acero. Si nos ponemos a ver cifras comparadas con otros países donde el consumo del acero per cápita es mucho más alto que en Colombia, como por ejemplo Chile donde el consumo per cápita del acero es de 140 kg por persona, o Costa Rica que es más pequeño que Colombia y el consumo de acero es de 110 kg por persona, Ecuador que consume 88 kg por persona, entre otros, en Colombia estamos en 64 kg, alrededor de un 65 % de consumo del acero, por lo que todavía falta mucho para construir en Colombia", señala el Director ejecutivo de la Cámara Colombiana del Acero, David Barros.
La importancia del acero en Colombia radica en su papel fundamental como materia prima para la construcción y el desarrollo industrial. Desde la fabricación de estructuras metálicas hasta la producción de bienes de consumo duraderos, el acero es un componente esencial en diversos sectores de la economía colombiana. Además, el sector del acero contribuye significativamente a la generación de empleo y al crecimiento económico del país.
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Si va mal la construcción, el uso del acero baja. Si va bien la construcción, indudablemente hay mayor demanda de acero. En este momento las perspectivas de la construcción no son tan alentadoras, "de hecho estamos decreciendo en lo que tiene que ver con la construcción de proyectos nuevos", agrega el directivo, "todo aquello que es iniciación en sector Bis y en sector no bis ha disminuido de una manera importante en el primer trimestre de este año. Y por supuesto, también estamos muy atentos a las políticas de reactivación que esté proyectando el Gobierno en el sector de infraestructura", agregó Barros.
¿Cuáles son los retos de la industria?
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La industria del acero en Colombia enfrenta diversos retos. Entre ellos se encuentran la competencia internacional, los altos costos de producción, la necesidad de mejorar la eficiencia energética y la infraestructura logística, así como la regulación ambiental cada vez más estricta. Superar estos desafíos requerirá de una estrategia integral que promueva la innovación, la inversión en tecnología y la colaboración entre el sector público y privado.
Barros además, mencionó la realidad del arancel alambrón afirmando que "si solamente se le coloca arancel a las importaciones de alambrón, se generaría una proyección negativa que iría en perjuicio de aquellos que en este momento toman el alambrón y lo transforman el alambrón trefilado. Y eso entonces pondría en jaque alrededor de unos 5000 empleos directos y unos 10000 empleos indirectos. Es una cadena que tenemos que proteger, que la cancha esté nivelada para todos", señaló el director.
Comportamiento del acero con en Colombia con respecto al mercado global
El futuro de la industria del acero en Colombia dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado global, mejorar su competitividad y promover prácticas sostenibles. Con una gestión adecuada de los desafíos actuales y una visión a largo plazo la industria del acero seguirá siendo un pilar clave para el desarrollo económico y social del país.
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"Hay otro aspecto muy importante. Colombia importa la mayoría del acero que consume y por tanto, ese conflicto entre Ucrania y Rusia, teniendo en cuenta que Rusia es uno de los mayores productores en el mundo de acero, pues no es ajeno a nosotros. En este momento Colombia está importando el 56 % del acero que se consume, es decir, el resto se produce en Colombia. Hay una diferencia entre el acero, aquel que se utiliza para construcciones es un acero largo, esas varillas que ustedes ven cuando van a construir una edificación, y hay otro que es el acero plano, que normalmente se utiliza en procesos de transformación industrial, ¿Qué ocurre? Colombia tiene que importar los planos, porque en Colombia no hay una siderúrgica que produzca planos", dijo el funcionario.
¿Hay alguna forma, de invertir la pirámide y lograr que Colombia produzca más acero del que se importa?
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En el contexto de la importación de acero en Colombia, el país ha experimentado un aumento en las compras externas de este material en los últimos años, principalmente debido a la demanda interna y a la necesidad de satisfacer los requerimientos de sectores clave como la construcción y la manufactura. Sin embargo, esta dependencia de las importaciones también ha generado preocupaciones en torno a la competitividad de la industria nacional del acero, así como a la vulnerabilidad frente a fluctuaciones en los precios internacionales y las políticas comerciales de otros países.
"Tendría que entonces haber una política industrial en Colombia que genere una mayor producción y en este momento eso implicaría una inversión gigantesca, por ejemplo en la parte de planos, una siderúrgica que produzca planos, hay que mirar si en el actual contexto de incertidumbre podrían los inversionistas montar una planta aquí en ese sentido", agregó Barros.
En palabras del director ejecutivo de Camacero, la otra forma es ampliar la industria, a mayor demanda de acero hay mayores proyectos constructivos, esto puede ayudar para que también las siderúrgicas en Colombia puedan producir más y todos se verían beneficiados, ya que no solamente serían las siderúrgicas las que se verían beneficiadas, sino también otros actores como son los transformadores, los comercializadores y los mismos constructores.
"Sin dudas, si el Gobierno invierte en estas carreteras, indudablemente habrá mayor conectividad, al haber más conectividad entre la provincia y las grandes capitales, se va a incentivar la demanda, por lo tanto el comercio también va a aumentar y eso lo que logra que la economía se vea beneficiada, no solamente la economía para el constructor, sino para todos los que dependen del sector del acero, es decir, la economía en general", finalizó David Barros.