El presidente del Grupo de Energía de Bogotá, Juan Ricardo Ortega, advirtió que Colombia enfrenta una crisis inminente que afectará el suministro de gas para diciembre de este año, lo cual pone en riesgo la operatividad de la ley de transporte de gas nacional.
Ortega expresó su preocupación durante una declaración reciente y dijo que la situación actual de crisis no se limita únicamente al sector eléctrico. Además, el presidente del Grupo de Energía de Bogotá advirtió sobre un déficit proyectado para el año 2026 y destacó la gravedad del desafío que enfrenta Colombia en términos de suministro energético.
"La crisis que estamos viendo como país en los temas energéticos, tristemente, no solamente electricidad, por ahí está Rodolfo (Anaya, presidente de Vanti) que podrá contarles lo que está pasando en gas, donde no tenemos suministro para diciembre de este año para poder operar la ley de transporte de gas del país”, dijo.
Además, dijo que, si Colombia no consigue 5 millones de pies cúbicos de gas diarios,Bogotá no tendrá gas a mediano plazo.
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“Si no conseguimos los 5 millones de pies cúbicos diarios para poder operar las compresoras, Bogotá no va a tener gas. Yo estoy seguro de que los vamos a conseguir, pero estamos en una situación donde a hoy. No existe el gas para diciembre y en el año 26 el faltante es inmenso”, dijo
Agregó que, de haber un nuevo fenómeno de El Niño en el país se agravaría la crisis energética.
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Las preocupaciones por el gas en Colombia
Los líderes industriales del país están inquietos por el déficit de gas nacional proyectado para 2025, temiendo una potencial crisis tanto en costos como en el suministro interno.
Según estimaciones de Ecopetrol, se necesitarán importar 121 GBTU (equivalentes al 12% del consumo anual) para satisfacer la demanda nacional, o enfrentar la posibilidad de escasez.
Es una situación alarmante porque, incluso si se incrementa la importación de gas, los costos serán más altos y gran parte de la demanda interna no podrá ser suplida debido a la falta de infraestructura bidireccional
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La infraestructura colombiana, originalmente diseñada con mercados separados entre el interior y la costa, enfrenta el reto de adaptar el gasoducto Ballena-Barranca para operar en ambas direcciones, un proyecto recientemente aprobado que tomará dos años en concretarse.
Este cambio logístico representa un desafío significativo para asegurar suficiente gas importado hacia el interior del país, priorizando primero el abastecimiento doméstico según la ley.
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"Es crucial controlar los precios para evitar escaladas debido al déficit. Además, es fundamental asegurar alternativas a precios competitivos y con disponibilidad adecuada para mantener la competitividad de nuestra industria", concluyó Fonseca.