
La política arancelaria en EE.UU. bajo la administración de Donald Trump ha suscitado serias discusiones sobre su impacto en la economía nacional e internacional.
En conversación con Mañanas Blu con Camila Zuluaga, María Cristina Ramírez, experta en política económica, explicó qué pasará a medida que se aproxima la fecha límite del 2 de abril de 2025 y que los sectores empresariales enfrentan una creciente incertidumbre sobre los productos que serán gravados.
"La incertidumbre actual es monumental y pone en jaque no solo la inversión interna, sino también la externa", afirma Ramírez. Esta incertidumbre se debe a que las políticas implementadas por Trump a menudo dependen de órdenes ejecutivas que pueden ser revertidas por desafíos judiciales.

Publicidad
Muchos argumentan que el objetivo de los aranceles es incentivar la relocalización de industrias hacia Estados Unidos. Sin embargo, Ramírez señala que, aunque podría haber un impulso hacia la manufactura nacional, el efecto no será inmediato.
"Desarrollar cadenas de suministro internas puede tomar años, incluso décadas", advierte.
La economía estadounidense, que actualmente cuenta con una tasa de desempleo cercana al 4%, no enfrenta una crisis de empleo en el sentido tradicional.
Los empresarios estadounidenses se muestran cautelosos ante las nuevas políticas. Encuestas de bancos de la Reserva Federal indican que, a pesar de que podrían beneficiarse teóricamente, anticipan una reducción en la producción industrial. "La industria automotriz, por ejemplo, depende de cadenas de suministro complejas que son difíciles de reestructurar a corto plazo", explica Ramírez.
Publicidad
En el contexto internacional, la política arancelaria de EE.UU. también repercute en las relaciones con aliados como la Unión Europea y enfrenta la competencia de países como China. Aunque la administración Trump ha intentado atosigar a China con aranceles, estos podrían reinterpretarse como una oportunidad para que países competidores capitalicen el descontento en la cadena de suministro global.
"La reacción de Europa a la política de Trump podría abrir nuevos caminos para productores en otros lugares, incluidas las industrias automotrices de China", advierte.
Escuche la entrevista completa aquí: