El megapuerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, se inauguró oficialmente este jueves, marcando un hito en la relación comercial entre América Latina y China. La obra, financiada mayoritariamente por la empresa estatal china Cosco Shipping Ports, representa una inversión total de 3.500 millones de dólares y promete revolucionar el transporte marítimo en la región.
Un proyecto de dimensiones globales
La ceremonia de inauguración se llevó a cabo simultáneamente en Lima y Pekín, con la participación virtual del presidente chino Xi Jinping y la presidenta peruana Dina Boluarte. Según las declaraciones de Boluarte, esta infraestructura coloca a Perú en el mapa del comercio internacional como un socio estratégico clave para China.
“Este es el primer puerto inteligente y verde de Sudamérica, y generará oportunidades laborales y económicas significativas para el país”, afirmó durante su intervención.
El proyecto comenzó en 2021 y consta de una primera fase con cuatro atracaderos, que en su primer año de operación moverán alrededor de un millón de contenedores. En etapas posteriores, el puerto alcanzará una capacidad para manejar hasta 15 muelles, consolidándose como un nodo central para el comercio entre Asia y América Latina.
Publicidad
“Shanghai ya no solo está en China, ahora también está en Perú”, destacó el ministro de Transporte peruano, Raúl Reyes, en entrevista con Mañanas Blu, con Néstor Morales
Beneficios para América Latina y China
La terminal portuaria de Chancay forma parte de la iniciativa “Belt and Road”, el ambicioso proyecto global de infraestructura lanzado por China en 2013. Este puerto reducirá los costos de transporte marítimo entre América Latina y Asia hasta en un 20% y permitirá ahorrar entre 10 y 12 días en los tiempos de tránsito.
Publicidad
Reyes explicó que el puerto actuará como un "puerto concentrador", lo que significa que aglomerará cargas de países como Colombia, Chile, Ecuador, Brasil y Bolivia para facilitar su transporte directo hacia China.
“Chancay tiene una profundidad de 17,8 metros, lo que permite recibir barcos de hasta 400 metros de longitud y cargar hasta 24.000 contenedores por buque. Esto es un avance sin precedentes en la región, que tradicionalmente dependía de puertos en México y Estados Unidos para este tipo de comercio”, aseguró el ministro.
Por su parte, el Gobierno chino ve en este proyecto una oportunidad estratégica para abastecerse de recursos clave como el cobre, la soja y el litio, fundamentales en la transición energética global.
Tensiones geopolíticas: entre China y Estados Unidos
La apertura del puerto también ha generado preocupación en Washington, que ha advertido a los países latinoamericanos sobre los riesgos de depender de inversiones chinas. No obstante, las autoridades peruanas han defendido la naturaleza de esta alianza.
Publicidad
“Aunque Cosco Shipping es una empresa estatal china, opera como un inversionista privado. En este proyecto, el Estado peruano no ha invertido ni un dólar; todo ha sido financiado por Cosco (60%) y la minera peruana Volcan (40%)”, explicó Reyes, resaltando el carácter estratégico de esta asociación.
El puerto de Chancay refuerza la creciente influencia de China en una región que históricamente ha estado bajo la órbita de Estados Unidos. En la actualidad, China ya es el principal socio comercial de Perú, representando más del 30% de su comercio exterior.
Publicidad
Impacto para los países vecinos
Además de Perú, otros países de América Latina se beneficiarán directamente del megapuerto. Colombia, por ejemplo, podrá reducir los tiempos de exportación de productos como carne bovina hacia China.
“Ahora, en lugar de enviar las cargas a Manzanillo o Long Beach para consolidarlas, estas podrán salir directamente desde Chancay. Esto reducirá significativamente los costos logísticos y los tiempos de transporte”, señaló Reyes.
Chile, Brasil y Ecuador también se perfilan como usuarios clave del puerto, que tendrá capacidad para manejar una amplia variedad de cargas, desde productos agrícolas hasta minerales.
Publicidad