El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo , liderado por el ministro Luis Carlos Reyes, ha tomado medidas para proteger la industria del acero nacional. Con la implementación de aranceles de hasta un 30% en ciertos productos , el Gobierno busca defender el empleo y la producción local frente a una creciente importación de acero de países como China, Rusia y Turquía.
En una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, Reyes explicó los motivos detrás de estas decisiones y afirmó que el impacto en los costos de construcción de vivienda será mínimo, en respuesta a las preocupaciones del sector constructor.
Una protección a la industria nacional del acero
Según el ministro Reyes, la política de salvaguardias y aranceles tiene como objetivo defender la producción local ante la competencia internacional, que se beneficia de subsidios en sus países de origen.
"El sector siderúrgico nacional se enfrenta a la competencia de acero importado que, en muchos casos, recibe subsidios en sus países. Esto distorsiona los precios y coloca en desventaja a nuestra industria", afirmó Reyes. Este movimiento, argumenta el Gobierno, no solo garantiza la continuidad de empleos en empresas como Acerías Paz del Río , sino que también busca un desarrollo más sostenible de la industria.
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Para Reyes, la protección del mercado del acero es estratégica: se espera que a largo plazo la industria nacional pueda evolucionar hacia la producción de aceros de alto valor agregado y bajo impacto ambiental.
"Estamos evaluando el desarrollo de una planta de aceros planos, que hoy no producimos en el país, para abastecer sectores clave como el automotriz y el de electrodomésticos", reveló el ministro. Este proyecto, estimado en una inversión de 500 millones de dólares, plantea una oportunidad para la transformación productiva de la industria siderúrgica en Colombia.
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El impacto sobre el sector de la construcción será moderado, asegura Reyes
Aunque el sector de la construcción ha expresado su preocupación por el aumento de costos en materiales derivados de estas medidas, Reyes asegura que el impacto no será significativo.
"Una vivienda de interés social valorada en 100 millones de pesos podría experimentar un incremento de apenas 500.000 pesos, o en escenarios extremos, un millón y medio más", explicó el ministro. Esta diferencia, si bien es importante para los compradores, no debería causar un encarecimiento masivo en el mercado inmobiliario, según la estimación oficial.
El Gobierno subraya que la mayor parte de los productos afectados por estos aranceles son específicos y no incluyen todos los tipos de acero, permitiendo que el sector constructor continúe importando aquellos productos no disponibles en el país.
"La salvaguarda no cubre todos los aceros. Por ejemplo, los aceros planos, que no producimos aquí, seguirán siendo importados sin aranceles adicionales", detalló Reyes.
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¿Autosuficiencia en la producción de acero?
Uno de los cuestionamientos surgidos durante la entrevista fue la capacidad de Colombia para abastecer la demanda interna de acero. Reyes reconoce que si bien el país produce algunos tipos de acero como el alambrón y las barras de acero, depende de la importación para otros tipos de productos.
"No somos autosuficientes en todos los tipos de acero. Hay aceros, como los planos, que necesitamos traer del exterior porque no los fabricamos aquí", aseguró el ministro.
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La dependencia de importaciones ha sido uno de los puntos de tensión entre el gobierno y el sector constructor. Sin embargo, Reyes enfatizó que el ajuste en los aranceles solo afecta a productos específicos y a países sin Tratados de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Esto limita las restricciones a aquellos países que, como China, Turquía y Rusia, representan una competencia considerable para la industria nacional.
La producción de acero verde
Uno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio de Comercio es el desarrollo de una planta de aceros planos con capacidad para exportar y reducir la huella de carbono de la producción siderúrgica en el país.
"Queremos apostar por aceros verdes que minimicen las emisiones de carbono en su proceso de fabricación. Esto no solo beneficiará al sector del acero, sino que también contribuirá al compromiso de Colombia con el desarrollo sostenible", puntualizó el ministro.
Para llevar a cabo este proyecto, el gobierno busca el apoyo del sector privado y evalúa diversas políticas de incentivo. De concretarse, la planta podría representar un salto cualitativo en la capacidad industrial del país, así como una disminución de la dependencia de las importaciones de acero.
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Una medida a favor de la industria, con impactos limitados para el consumidor
En conclusión, el Ministerio de Comercio de Colombia sostiene que las salvaguardias al acero son una medida necesaria y equilibrada, pensada para favorecer la industria nacional sin afectar de manera drástica los precios en el sector de la construcción.
Para Reyes, las críticas sobre un posible impacto negativo en el costo de las viviendas están infundadas: "El incremento será mínimo y, en cambio, los beneficios para la industria y el empleo son sustanciales".
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Camacol alza la mano
Por su parte, el presidente de Camacol Guillermo Herrera, sostuvo en Mañanas Blu que los efectos serán mucho mayores.
Según Camacol, los aranceles a productos como el alambrón de acero, hierro y aluminio, podrían incrementar los costos de construcción hasta un 3%. Herrera señaló que el acero representa hasta el 25% del costo de construcción, por lo que las subidas de aranceles son significativas.
Herrera advirtió que estos aumentos en los costos podrían tener graves repercusiones en la economía colombiana, y provocar la pérdida de decenas de miles de empleos.
"Estas medidas aumentan enormemente la presión sobre el sector constructor y pueden afectar gravemente las tasas de empleo de la industria", explicó.
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¿Protección para quién?
Aunque la intención de los aranceles es proteger a la industria del acero local, el presidente de Camacol, dijo qu ela realidad es que puede estar en juego el equilibrio de la industria de la construcción. Proteger un sector a expensas del otro puede derribar los equilibrios económicos y tener efectos lejos de lo deseado, enfatizó.
“Los equilibrios son muy frágiles, y al proteger una industria se puede terminar dañando otra”.
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Efectos potenciales del aumento de aranceles al acero, según Camacol:
- Aumento de los costos de construcción hasta en un 3%.
- Pérdida de decenas de miles de trabajos de construcción.
- Posible reducción en el ritmo de construcción de viviendas.
- Impacto en l economía a través de una disminución en las ventas de viviendas.
- Efecto dominó en otras industrias que dependen de la industria de la construcción.