Los camioneros se encuentran en un punto de inflexión debido a la propuesta de aumento en el precio del diésel. Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, lidera una movilización que busca concientizar al país sobre el impacto que esta medida podría tener en la economía nacional.
¿Por qué protestan los camioneros?
La movilización de los camioneros no es un evento aislado, sino una respuesta directa a las políticas económicas recientes que, según los transportadores, están poniendo en riesgo tanto su sector como el bienestar de todos los colombianos, según argumentan.
El detonante principal es la propuesta del Gobierno de incrementar el precio del diésel en $6000 por galón, una medida que, de implementarse, afectaría no solo a los transportadores sino a todos los ciudadanos que dependen de los bienes que ellos movilizan.
Henry Cárdenas, presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Fedetranscarga) , ha sido uno de los portavoces más visibles de esta protesta.
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“Al subir el diésel los $6000 que quiere subir el ministro Bonilla (Ricardo), afectaría el bolsillo no solo de los transportadores sino de todos los colombianos”, dijo el empresario en Mañanas Blu, con Néstor Morales.
El impacto de la reforma tributaria
Uno de los puntos álgidos que ha generado descontento en el gremio transportador es la relación entre el incremento en el precio del ACPM y la reforma tributaria. Según explicó Cárdenas, el país gasta actualmente $21 billones anuales en diésel, y con la adición de $6000 por galón, ese gasto podría elevarse a $34 billones. Esta situación, en palabras de los transportadores, no es más que una nueva reforma tributaria encubierta, donde los costos adicionales se trasladarán inevitablemente a los consumidores finales.
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“Nosotros lo que estamos haciendo es una concientización no sólo de los transportadores, sino de los colombianos como tal”, dijo. Para él, es crucial que la ciudadanía entienda que mantener el precio actual del diésel ha sido un factor clave para contener la inflación en Colombia, y que cualquier cambio drástico podría desestabilizar la economía.
Fletes congelados y carga insuficiente
Otro tema que agrava la situación es la congelación de los fletes. A pesar de que el costo del combustible podría aumentar significativamente, los fletes, que son el pago que reciben los transportadores por sus servicios, han permanecido estancados.
“Nosotros tenemos que subir mínimo el 4 % de la tarifa por cada $1000 de aumento en el diésel”, dijo Cárdenas, quien agregó que la realidad es que los precios de los fletes no se ajustan automáticamente con el incremento del combustible.
Este desajuste se ve exacerbado por la relación de oferta y demanda en el mercado de transporte de carga. Actualmente, hay más camiones disponibles que carga para movilizar, lo que reduce el poder de negociación de los transportadores y los obliga a aceptar tarifas que no reflejan sus costos reales.
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“Hay momentos en la economía donde hay mucha carga y pocos carros, pero esta vez está funcionando lo contrario”, afirmó Cárdenas.
Movilización en las principales ciudades
En respuesta a esta situación, los camioneros han organizado manifestaciones en varias ciudades del país, incluyendo Bogotá, Medellín y Bucaramanga. En Bogotá, por ejemplo, la movilización consistió en una caravana de más de 100 camiones circulando por las principales vías de la capital, sin los tráilers, en un intento de evitar un caos mayor. Sin embargo, la protesta ha generado preocupación por la posible congestión que podría causar en las calles.
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“Nosotros no queremos crear ningún tipo de caos, simplemente es concientizar a la gente”, dijo, aunque reconoció que la magnitud de la movilización podría tener un impacto significativo en el tráfico de las ciudades.
Negociaciones estancadas con el Gobierno
El diálogo con el Gobierno ha sido otro punto de tensión. Según Cárdenas, las conversaciones con el ministro de Hacienda se han roto desde que se anunció el incremento del combustible sin haber llegado a un acuerdo con los transportadores.
“El ministro dijo que iba a hablar primero con el presidente a ver qué hacemos, pero el día martes o el día lunes de la semana pasada, él empezó a anunciar de que subía el combustible, haya o no haya acuerdo”, relató Cárdenas.