Madison Keys rindió homenaje a su entrenador y marido Bjorn Fratangelo, con el que se casó a finales del año pasado, tras ganar este sábado 25 de enero en Melbourne su primer Grand Slam , asegurando que la victoria es "la mejor luna de miel" posible.
La tenista estadounidense de 29 años superó en la final a la bielorrusa Aryna Sabalenka , doble campeona en Australia, por 6-3, 2-6 y 7-5, luego de una temporada pasada marcada por las lesiones y las dudas en su juego tras no haber confirmado las expectativas de futura estrella cuando debutó en el circuito con 14 años.
Publicidad
En octubre pasado, Keys decidió poner punto y final a la temporada para casarse con el que es también su entrenador.
"Siento que es la mejor luna de miel posible. Es perfecta", dijo eufórica la tenista en la conferencia de prensa posterior a la final.
"Tengo el mejor y más comprensivo marido del mundo... que de hecho no quería entrenarme", añadió. "Siempre ha creído en mí", insistió Keys, que se ha convertido en la cuarta tenista más veterana en ganar un Grand Slam desde el inicio de la era Open en el tenis en 1968.
Publicidad
Keys amplió los elogios al resto de su equipo: "Siempre han creído en mí, incluso en los momentos en los que yo no creía. Me ayudaron a reconstruirme completamente cuando sufrí lesiones graves el año pasado".
"Y si no fuera por ellos tres, que me han estado animando toda la semana cuando tenía partidos a tres sets, no estaría aquí".
Publicidad
Antigua niña prodigio del tenis estadounidense, finalista del US Open en 2017, Keys no logró después confirmar las expectativas que la situaban como una futura ganadora de Grand Slams y N.1. "Pasé por momentos difíciles, que me llevaron a tener que trabajar sobre la presión que yo misma me metía. Desde muy joven, tenía la sensación de que si no ganaba un Grand Slam, no respondería a lo que la gente esperaba de mí".
"Era una carga muy pesada a soportar", admitió Keys, quien aseguró que gracias al trabajo mental pudo "liberarse".
"Con o sin Grand Slam iba a estar orgullosa de mi carrera y acabé por estar cómoda ante la eventualidad de que nunca llegase (un gran título). Eso me ha permitido jugar un supertenis y, en definitiva, a ganar un Grand Slam", concluyó.
Publicidad