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República Checa dio la primera gran sorpresa y eliminó a Países Bajos de la Eurocopa

El rival de República Checa en cuartos de final, el sábado en Bakú, será Dinamarca, que eliminó la víspera a Gales con un contundente 4-0.

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República Checa /
Foto AFP

República Checa dio la campanada al derrotar por 2-0 a un equipo de Países Bajos que pagó caro quedarse con diez al inicio del segundo tiempo, en octavos de final de la Eurocopa-2020, este domingo en el atestado Puskas Arena de Budapest.

Tomas Holes marcó de cabeza el primer gol checo (68) y el delantero Patrik Schick, en su cuarto tanto en la competición, sentenció poco después (80).

Los dos tantos llegaron cuando Países Bajos estaba ya con diez hombres desde el minuto 52, por una expulsión por mano de Matthijs De Ligt.

"Ese momento cambia las cosas y me siento responsable. Me siento mal por esta acción", declaró el central de la Juventus a la televisión NOS.

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El rival de República Checa en cuartos de final, el sábado en Bakú, será Dinamarca, que eliminó la víspera a Gales con un contundente 4-0.

El triunfo de los checos es una sorpresa sobre el papel, pero no por lo que pasó en el partido. Los centroeuropeos saltaron al terreno de juego con la intención de imitar lo que hizo Austria el sábado contra Italia (1-2, en la prolongación): replegarse bien y empezar a destacar a través de un gran despliegue físico.

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La selección checa se aferró a ese guion en los primeros 25 minutos, pero después comenzó a crear problemas a Países Bajos y a encerrar a los naranjas en su propio campo.

Ningún tiro a puerta

De hecho, la ocasión más clara de la primera mitad estuvo en los pies de Antonín Barák (38), desbaratada por la intervención de De Ligt.

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Antes, Países Bajos había buscado el gol de diversas maneras, por medio de envíos largos o después de precisas combinaciones, siempre entregados a Memphis Depay o, esto es más sorprendente, a Denzel Dumfries.

El carrilero diestro 'oranje', autor de dos goles en esta Eurocopa, es quizá la mayor revelación del torneo y su enorme confianza se percibe incluso desde fuera del terreno de juego.

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En sus acciones ofensivas, al equipo de Frank de Boer siempre le falló el toque final y no realizó ningún tiro a puerta en todo el encuentro, cuando en la fase de grupos había marcado 8 goles.

Las malas noticias se le acumularon a los neerlandeses en el inicio de la segunda parte.

Para empezar, el arquero checo Tomas Vaclik le ganaba un mano a mano a Donyell Malen, arrebatándole la pelota cuando el atacante se disponía a regatearlo (51).

Y en la siguiente jugada, De Ligt recibía tarjeta roja por tocar la bola con la mano siendo el último defensa. El árbitro le sacó amarilla en un primer momento, pero consultó al VAR y le mostró la roja (52).

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"Tenía la acción bajo control. Llega la pelota y la dejo botar. Me caigo al suelo y soy empujado, lo que me obliga a ayudarme de mis manos" y tocar la pelota, describió De Ligt al término de la contienda.

El cuarto para Schick

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Aunque olieron la sangre, los checos no se lanzaron sin ton ni son al ataque. El gol, no obstante, no tardó en llegar.

Barák sacó un golpe franco desde el lado derecho, el central Tomas Kalas remató de cabeza y Holes empujó el balón a las redes con otro testarazo cerca del palo izquierdo de Maarten Stekelenburg (68).

República Checa había estado cerca de adelantarse poco antes cuando Pavel Kaderabek controló solo dentro del área, pero el omnipresente Dumfries blocó lo que era un gol cantado con su pie (64).

Minutos después, Holes penetró en el área neerlandesa y sirvió al primer palo para Schick, que llegaba por detrás y se apuntaba su cuarto gol en el torneo (80), a uno del líder de la tabla de anotadores, el portugués Cristiano Ronaldo.

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"Quizá no somos grandes estrellas como los neerlandeses, pero hoy hemos demostrado un formidable espíritu de equipo, hemos peleado y eso es lo que ha marcado la diferencia", afirmó Schick.

La eliminación es un fracaso para Países Bajos. Los tulipanes estaban en su primer gran torneo internacional desde 2014, después de perderse la Eurocopa-2016 y el Mundial-2018, y quedaron apeados a manos de un equipo a priori inferior después de firmar un pleno de triunfos en la fase de grupos.

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