El exárbitro argentino Carlos Espósito, quien pitó la semifinal de Copa Libertadores en 1989 en Medellín entreAtlético Nacional y Danubio de Uruguay, sorprendió por unas declaraciones a medios de su país en las que dice que alias ‘Popeye’, jefe de sicarios de Pablo Escobar, lo amenazó antes del partido.
En diálogo con BLU Radio, Espósito amplió su versión y manifestó que le entregaron en una maleta US$250.000, a él y a sus asistentes Juan Bava y Abel Gnecco, en la habitación del hotel en el que se hospedó.
Nos dejaron sin ningún tipo de comunicación, quisimos salir hacia el aeropuerto, pero Gnecco me convenció que no porque en el camino íbamos a tener problema. La maleta se la lleva Popeye de vuelta. Cuando vieron que no estábamos para eso se fueron. No hubo agresión física, pero el solo hecho de ver armas intimida.
Agregó que no cree el Cartel de Medellín haya incidido en el resultado final del partido: 6-0 a favor de Nacional, lo que lo llevó a la final del campeonato ante Olimpia de Paraguay.
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Añadió que su declaración no significa que esté diciendo que Nacional haya ganado mal el título de la Copa Libertadores de ese año y, fue más allá: dijo que cree que el campeonato fue ‘limpio’, aunque aprovechó para lanzar una ironía.
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“Yo creo que sí (fue limpio) porque enfrente tenía a Olimpia no tenía a un equipo de mi pueblo”, dijo en referencia a Nicolás Leoz, dirigente del equipo y de la FIFA, envuelto en un escándalo de corrupción.
Sobre las consecuencias de la amenaza de ‘Popeye’, el exárbitro confesó que esa fue una de las razones por las que, tras un tiempo de reflexión, decidió retirarse del fútbol.
“¿Cómo no nos íbamos a asustar si era Pablo Escobar el que estaba amenazando? Yo estuve durante seis o siete meses llevando y trayendo la mi hijo del colegio. Fue una de las cosas que me hizo pensar y ver que mi carrera, con tres mundiales, ya los partidos no tenían el mismo gusto. En el 90 me retiré”, dijo.
Escuche la entrevista completa en Mañanas BLU:
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