El legendario astro deportivo argentino Diego Maradona sigue convaleciente el miércoles de la operación de un hematoma en la cabeza, cuya extracción exitosa causó alivio al mundo del fútbol , aunque aún se espera una evolución satisfactoria de su salud.
Cinco días después de festejar su 60ª cumpleaños, el capitán histórico y emblemático de la selección argentina tuvo primero que ser hospitalizado el lunes en La Plata, al sur de la capital, y luego trasladado de urgencia el martes hasta el quirófano de un sanatorio de Olivos, al norte.
"Diego va a seguir en observación. Se pudo evacuar el hematoma de manera exitosa. Diego toleró bien la cirugía. Está bien y controlado", anunció Leopoldo Luque, médico personal y uno de los cirujanos.
La intervención duró una hora y 20 minutos. Mientras el DT de Gimnasia y Esgrima La Plata estuvo en la sala de operaciones, decenas de hinchas sufrieron, rezaron y dejaron mensajes de aliento a su ídolo en la puerta del sanatorio.
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Dos hijas quieren tutelarlo
Uno de los aficionados, Oscar Medina, dijo a la AFP: "Una vez más la salud le jugó una mala pasada, pero tiene anticuerpos para recuperarse con el apoyo del pueblo".
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En las paredes del frente del edificio los hinchas desplegaron grandes banderas con su imagen y las leyendas "¡Fuerza Diego!", entre otras.
El jugador que fue un artista y mago con la pelota tuvo cinco hijos, dos de ellas, Dalma y Gianinna, con su exesposa Claudia Villafañe. Ambas están disconformes con las personas del entorno de su padre y han reclamado a la justicia "la tutela y el acceso exclusivo a la historia clínica" del astro, según la prensa local.
Sus otros hijos, de relaciones extramatrimoniales, son Jana, de 24 años, Diego Junior, de 34 años, y Diego Fernando, de siete. Jana le cultiva una huerta orgánica en el parque de la casa para que el 'Pelusa' pueda alimentarse de manera más sana.
El abogado del exfutbolista, Matías Morla, asegura que hay al menos otros tres hijos en Cuba, aún no reconocidos.
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El 10 en los quirófanos
Maradona ha pasado más de una ocasión por quirófanos, algunas veces en situaciones dramáticas. Su vida corrió peligro por dolencias cardíacas y respiratorias en 2000 y 2004. No hace mucho lo operaron de una rodilla en el mismo sanatorio privado.
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Los excesos y las adicciones fueron varias veces el origen de sus emergencias de salud. Últimamente no se lo veía bien, sufría malestares e incluso mareos que podrían haber sido causados por el edema.
Nadie lo vio bien cuando se le hizo un homenaje por su cumpleaños el viernes cuando se presentó sorpresivamente en el estadio de Gimnasia.
Caminaba con dificultad y se marchó antes de que el 'Lobo' platense goleara 3-0 a Patronato, en el retorno del fútbol local tras ocho meses de parate por la pandemia.
El covid-19 fue motivo también de que Maradona tuviera que permanecer confinado en su amplia casa con parque en la localidad de Brandsen, al ser paciente de riesgo.
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Pero en el estadio del 'Lobo' lo recibieron con abrazos y besos que no resultaron convenientes por su estado. "Lo tienen que cuidar más y poner límites", declaró Fernando Signorini, quien fue su entrenador personal durante varios años.
Súbito diagnóstico
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El lunes tuvieron que hospitalizarlo para realizarle exámenes, aunque estaba lúcido y estable. Había mejorado el martes, pero súbitamente apareció la imagen del hematoma en una tomografía.
"La operación por el hematoma consiste en una incisión pequeña para drenar la sangre", dijo el neurocirujano Raúl Matera. La sangre forma un coágulo entre el cerebro y el cráneo. Si crece puede discapacitarlo e incluso poner en peligro la vida del paciente.
Hace años que Maradona pudo superar la adicción a las drogas duras, aunque sigue consumiendo alcohol. Al mismo tiempo lo medican con tranquilizantes y ansiolíticos.