El sueco Emil Forsberg y el polaco Robert Lewandowski, que marcaron dos goles cada uno, protagonizaron hoy un gran duelo que cayó del lado escandinavo (3-2), ya que Polonia fue apeada de la Eurocopa .
Además de la victoria, Suecia se clasificó brillantemente como primera del Grupo E con siete puntos, por delante de España, que vapuleó a Eslovaquia (5-0), también eliminada.
Los escandinavos marcaron al minuto de partido, lo que obligó a los eslavos a jugar cuesta arriba el resto del partido. Tuvieron ocasiones de sobra para empatar, pero fue Forsberg el que volvió a marcar en una gran jugada de Kulusevski.
Lewandowski, que se convirtió hoy en el máximo goleador polaco en la historia de las Eurocopas, redujo distancias con un misil marca de la casa y después empató a falta de un puñado de minutos. El delantero del Bayern nunca dejó de creer en el milagro hasta el pitido final.
Se marcha para casa con tres goles en su haber.
El seleccionador sueco poco dado a los cambios se cansó de Marcus Berg y le reemplazó por Quaison, que forma una pareja mucho más dinámica con Isak.
Paulo Sousa recuperaba al exsevillista Krychowiak, expulsado contra los eslovacos. Dijo que no le iba a crucificar por ese pecado y cumplió su palabra.
Toda la preparación polaca se fue al garete al minuto y medio de juego. Isak bajó con el pecho un pase al borde del área, Forsberg se llevó el balón ante la incapacidad de los defensas polacos de despejar el balón y su disparo raso y cruzado con la zurda superó a Szszesny.
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El partido estaba donde querían los suecos. Por delante en el marcador y clasificados para octavos como primeros de grupo.
Polonia estuvo noqueada varios minutos, pero acabó por recuperar el aliento. Lewandowski no estaba dispuesto a colgar los guantes.
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A la salida de un córner Lewandowski remató al larguero. El rechace lo volvió a cabecear el atacante del Bayern con la mala suerte de que de nuevo fue escupido por la madera. La jugada no acabó ahí.
Ante la pasividad escandinava, el balón le volvió a caer al mismo jugador, pero a escasos centímetros de la línea de gol fue incapaz de introducir el balón en las redes. Increíble, pero cierto.
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A partir de ahí, los polacos encerraron en su campo a los suecos. El desaparecido Zielinski obligó a Olsen a emplearse a fondo para despejar por encima del larguero un disparo desde fuera del área.
Los pupilos de Sousa se hicieron acreedores del empate, pero se fueron al descanso con pie medio fuera del torneo.
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Necesitados de dos goles, los polacos salieron a por todas de los vestuarios. Nada más arrancar, de nuevo Zielinski puso a prueba los guantes de Olsen, que también salvó a su equipo pocos minutos después a tiro de Krychowiak.
Quaison también obligó al guardameta polaco a estirarse tras un fallo defensivo. Los suecos necesitaban más de Isak, pero el delantero de la Real no estaba metido en el partido.
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Entonces, Anderson acertó con los cambios. Introdujo a Kulusevski, la joven estrella de la Juventus, que cambió el partido.
Él solo robó el balón en la medular, recorrió como una gacela los 40 metros hasta el área grande y ahí le cedió el balón para que Forsberg marcara el segundo con un disparo colocado al palo izquierdo defendido por Szczesni. (min.59)
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Polonia estaba muerta. Lewandowski no aceptó el acta de defunción. Dos minutos después, recibió un balón largo, amagó al defensa y se sacó de la chistera un obús que se colocó por la escuadra izquierda defendida por Olsen. (min.61)
Aún había tiempo para un milagro. Nunca dejó de creer Lewandowski, que marcó un gol de oportunista a falta de seis minutos para el final del tiempo reglamentario. (min.84)
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Lo intentó Polonia, pero la defensa sueca resistió el embite. Que tome nota su próximo rival en octavos. Ganarle a Suecia cuesta sudor y lágrimas.
Cuando parecía que las tablas eran inamovibles, Claesson marcó el gol de la victoria en el descuento y garantizó el primero puesto en el grupo a su equipo. España, segunda.