La boxeadora Jenny Arias fue derrotada por la filipina Nesthy Petecio en los cuartos de final de la categoría 57 kg, de los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero, más allá de la eliminación, las declaraciones de la colombiana al término de la pelea conmovieron al país, pues aseguró que esperaba con el premio ayudar a su padre.
“A mi padre que lo que más quería era mandarlo a operar”, fue lo que dijo Arias al finalizar su participación en los Olímpicos.
Y es que, según contó la boxeadora en BLU Radio, su padre sufrió un accidente hace más de 30 años que lo dejó invalido. “Va para 36 años que quedó invalido. Fue un día que salió a hacer trabajos de campo, se cayó de un árbol y lo recibió un palo de café en la columna y se fracturó”, afirmó Arias.
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Por lo anterior, la risaraldense buscaba ganarse alguna medalla en Tokio para costear algún tratamiento o cirugía que le quitara el dolor a su papá: “Cada que me subo a ring lo hago para que mi padre tenga una forma de vida mucho mejor. Mi padre es invalido, las piernitas las tiene totalmente muertas, no es tanto operarlo, sino quitarle el dolor que tiene. Tiene mucho dolor”.
Arias manifestó que su padre sí ha ido al médico por la EPS, pero que siempre es lo mismo: examen de orina y acetaminofén.
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La deportista, sobre la pelea, aceptó su decepción, pero destacó que siempre trató de buscar la victoria: “Pienso que fue frustrante. Sé que di todo de mí, pero podía dar más (…) y pues bueno, la decisión fue que ganó ella y me dejó por fuera”.