Considerado uno de los mejores surfistas de la historia, se llevó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París, el único premio que le faltaba en su carrera.

De origen humilde, empezó a practicar el deporte a los ocho años, después de que sus padres se separaron. Su madre, Simone, se casó luego con el propietario de una tienda de surf.

Su padrastro le vio un don y lo entrenó desde niño hasta 2020, cuando la relación familiar se resquebrajó durante un tiempo por a desencuentros vinculados con el mediático matrimonio del atleta con la modelo Yasmin Brunet.

Su surf se basa sobre todo en dominar los aéreos (saltar en el aire con la tabla). Esa capacidad quedó patentada cuando completó el primer 'backflip' en una competición, en Rio de Janeiro en 2016.

Su actitud tranquila y relajada, sin embargo, se ha visto opacada en ocasiones por comportamientos que algunos consideran violatorios del juego limpio, como impedir que sus rivales monten una ola potencialmente puntuable.

Durante el primer semestre de 2022, hizo una pausa para cuidarse una depresión tras el fin de su matrimonio y el revés en Tokio, donde se quedó a las puertas del podio.

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