La eslovena Janja Garnbret se convirtió este viernes en la primera campeona olímpica de escalada de la historia, al superar a las japonesas Miho Nonaka y Akiyo Noguchi.
La favorita, de 22 años, batió al dúo local en un gran ambiente, creado por equipos y voluntarios cautivados por el bautismo olímpico de esta espectacular disciplina.
Con el pelo rosa y una gran sonrisa, Garnbret resistió a la presión que tenía como seis veces campeona mundial: dificultad (2016 y 2019), bloque (2018 y 2019) y combinada (2018 y 2019).
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"Es increíble, estoy tan contenta que no puedo describirlo", señaló en zona mixta la eslovena. "Escribí en Instagram hace al menos seis años: 'Nos vemos en Tokio'" señaló sobre una profecía convertida en realidad.
Solo la francesa Anouck Jaubert batió a Garnbret durante la final, en un primer duelo de velocidad, especialidad en la que finalmente ganó la polaca Aleksandra Miroslaw pulverizando el récord del mundo (6 segundos y 84 centésimas para subir un muro de 15 metros).
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Pero a continuación llegó la demostración de la eslovena en las dos pruebas restantes, más cercanas a las raíces montañosas de la escalada, con su mezcla de técnica y agilidad.
Tokio-2020 ha sido la última vez en la que se propone una competición combinada: La escalada tendrá dos pruebas en los Juegos de París 2024, velocidad por un lado y bloque/combinado por la otra. Y Garnbret solo tendrá 25 años.