Lo que parecía ser un simple saludo de cortesía se ha convertido en el centro de la polémica en Francia . Durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, una fotografía del presidente Emmanuel Macron y la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, ha desatado cientos de comentarios en las redes sociales y en la prensa francesa.
En la imagen capturada, Macron, de 46 años, es visto recibiendo un beso en la mejilla de Oudéa-Castéra, también de 46 años. El gesto, para muchos, no fue simplemente un beso amistoso: Oudéa-Castéra se muestra claramente sosteniendo la nuca del presidente mientras lo besa, en un abrazo que algunos consideran demasiado íntimo para un entorno oficial.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, fue fotografiado en el momento en que los dos funcionarios intercambiaban el beso, y su expresión de incomodidad al mirar hacia otro lado ha añadido una capa adicional de curiosidad y especulación al evento. La escena ha sido interpretada por algunos como un momento incómodo, dado el contexto formal del evento.
La revista Madame Figaro ha calificado el beso de “curioso”, sugiriendo que la ministra Oudéa-Castéra sabía muy bien cómo captar la atención de los medios. Según la revista, el beso parece haber sido diseñado no solo para expresar afecto, sino también para provocar una reacción y generar conversación.
Publicidad
Las redes sociales se han inundado con todo tipo de comentarios y especulaciones sobre la relación que mantiene el presidente de Francia y su ministra de Deporte. Muchos usuarios aseguraron que entre ellos hay algo más que una simple relación laboral.