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Mateo Carmona revela que sus padres vendieron el carro para verlo correr en los Olímpicos

Un agridulce sexto lugar para el colombiano, quien, con 22 años, tiene talento para seguir demostrando que lidera el cambio generacional en el BMX.

Mateo Carmona en los Olímpicos de París 2024
Mateo Carmona
Instagram: @olimpicocol y @fedeciclismocolombia

El colombiano Mateo Carmona tuvo una inolvidable participación en París 2024. En sus primeros Juegos Olímpicos fue el colombiano más fuerte en el BMX y alcanzó a disputar la final, llevándose a casa un diploma olímpico.

Pero detrás de cada historia hay personas que siempre han apoyado el proceso desde que inició el sueño cuando era niño. En el caso de Carmona se trata de sus padres, quienes vendieron el carro que tenían para poder costear los gastos del viaje hasta Francia y así verlo competir desde las tribunas en sus primeras olimpiadas.

Este no era un viaje cualquiera, pues era la primera vez que los padres de Carmona vieron a su hijo en una competencia internacional y más en unos Olímpicos.

"No tenemos carro, pero están aquí en París. Vendieron el carro para poder venir acá, verme correr. Era la primera vez que me venían a ver por fuera del país y pues aquí en los Olímpicos. Entonces voy a ir a celebrarlo con ellos", expresó Mateo Carmona.

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Aunque el sexto puesto lo alejó de conquistar su primera medalla olímpica, no dudo en decir que seguirá preparándose para superarse y estar en Los Ángeles 2028.

Relación de Mateo Carmona con Mariana Pajón

En conversación con Caracol Sports, el ciclista colombiano manifestó que la campeona olímpica ha sido un ejemplo para él en su vida desde que comenzó a practicar el BMX desde pequeño y por eso "significa mucho para él".

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"Simplemente me dijo que ella sabía que iba a estar en la final", dijo el finalista en París 2024.

El tatuaje premonitorio de Mateo Carmona

Además, desde los 13 años se tatuó los aros de los Juegos Olímpicos, demostrando que desde pequeño tenía la ilusión y la meta de ser protagonista de esta competencia para dejar en alto el nombre del país.

"Los tengo tatuados en el bíceps. Lo manifesté desde muy chiquito y bueno, aquí estoy convirtiendo en recuerdo lo que alguna vez fue un sueño", dijo.

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