Ángel Barajas , el joven gimnasta colombiano de tan solo 17 años, dejó una huella imborrable e histórica en los Juegos Olímpicos de París al ganar la medalla de plata en la disciplina de gimnasia artística.
Desde muy temprana edad, Ángel mostró un talento innato para la gimnasia. Cuando era apenas un niño, se inspiraba viendo un programa de televisión llamado LazyTown, donde realizaban impresionantes acrobacias, así lo reveló su tío Luis Alfredo Dugarte en Mañanas Blu.
Esa pasión lo llevó a practicar por sí mismo, saltando desde muebles y mostrando su destreza en cada salto.
Cuenta que un vecino observó su habilidad y sugirió a su hermana llevarlo a practicar gimnasia. Fue así como Ángel conoció al profesor Jairo Ruiz, quien reconoció su talento y decidió entrenarlo.
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Desde entonces, Ángel ha trabajado arduamente durante trece años para alcanzar la excelencia en su disciplina. La figura de Jairo Ruiz, su profesor, ha sido fundamental en la vida de Ángel, no solo como su entrenador, sino también como una figura paterna.
Ruiz ha estado presente en cada etapa de la carrera de Ángel , formándolo tanto como atleta como persona, inculcándole los valores y la disciplina del deporte.
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Según cuenta su tío, el camino no ha sido fácil para Ángel y su familia, pues los recursos económicos no siempre fueron suficientes para costear los entrenamientos y viajar a competencias.
Sin embargo, asegura que el apoyo de la Federación de Gimnasia ha sido fundamental para que Ángel pudiera seguir persiguiendo su sueño y llegar a los Juegos Olímpicos.
A continuación la entrevista: