La Roma, que supera poco a poco la repentina e inesperada marcha del luso José Mourinho, alargó este lunes su pleno de victorias con Daniele De Rossi en el banquillo y aprieta por los puestos de Liga de Campeones después de desnudar a un Cagliari (4-0), en el que debutó Yerry Mina, que se mantiene en la pelea por evitar el descenso.
Dos tantos del argentino Paulo Dybala, uno del italiano Lorenzo Pellegrini y otro del neerlandés Dean Huijsen protagonizaron el festival de goles en el Olímpico que, más allá del marcador, dejó mejores sensaciones que en las dos victorias previas de la 'Era De Rossi'. Porque este Roma parece otro a los mandos de la leyenda italiana. Se divierte con el balón, está cómodo con la posesión y no perdona en ataque.
Y pudieron ser más goles. Solo faltó el belga Romelu Lukaku, que aún así volvió a ser decisivo en ataque pese a no haber encontrado el gol.
Todas las piezas que con Mourinho chirriaban, con De Rossi funcionan, por el momento, a las mil maravillas. El técnico ha apostado por el cambio de sistema con una defensa de cuatro y la 'Loba' lo ha interpretado hasta el momento a la perfección. Además, las caras nuevas, la del español Angeliño y la del italiano Tomasso Baldanzi, se estrenaron en un estadio que acogió con calidez a los recién llegados.
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Parece estar todo en tan buena sintonía que en dos minutos el Roma ya iba mandando. Gol del capitán Lorenzo Pellgrini, el más rápido dentro del área para cazar un balón suelto en un saque de esquina y, con la puntera, abrir el marcador.
El dominio fue apabullante. Solo hubo un equipo en el campo durante los 90 minutos y los 'giallorossi' supieron aprovecharlo en su favor para cerrar el partido a las primeras de cambio. El disparo a la madera de Cristante poco después solo fue el aviso de lo que estaba por llegar.
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Y es que ni si quiera se había llegado al ecuador de la primera mitad cuando Dybala encarriló la victoria. Una contra perfecta, de manual, curiosamente parecida a la del Real Madrid de Mourinho: cuatro toques y gol. Una dejada brillante de Dybala en campo propio, un cambio de orientación de Cristante, un pase al corazón del área de El Shaarawy, un toque sutil de Pellegrini y el remate en el punto de penalti de la 'Joya'. El Olímpico disfrutaba.
Solo un penalti señalado por el colegiado a favor del Cagliari, pero corregido por el VAR, asustó a la grada romanista. Esa que poco después del descanso, en el minuto 51, vio cómo Dybala transformó desde los once metros y aseguró los 3 puntos en un partido que puede marcar el inicio de un nuevo Roma.
Ya con el duelo sentenciado, emergió Huijsen en un saque de esquina para cerrar la goleada con un testarazo impecable.
El retorno del italiano Claudio Ranieri, entrenador del Cagliari, a la que un día fue su casa seguro no fue como esperaba. Pero es que en frente se encontró a un Roma renovado con Daniele De Rossi, a un equipo que por ahora no echa de menos a Mourinho en el banquillo y que se queda quinto en la tabla, a solo un punto de los puestos de Liga de Campeones con los que sueña.