En el cementerio de Tafí del Valle, una ciudad en el noreste de Argentina, una singular lápida con forma del estadio de Boca Juniors se ha convertido en el centro de atención tras viralizarse en redes sociales.
La tumba, que es una réplica de La Bombonera, pertenece a un fanático local llamado Carlos Monasterio, conocido afectuosamente como Chacho, descrito por su familia como el "hincha número uno de Boca" en la región.
La hija de Chacho, Yasmila, compartió la emotiva historia detrás de esta insólita lápida. Su padre, un apasionado seguidor delclub Xeneize , expresó en vida que no deseaba flores a su partida, lo que inspiró a su familia a honrarlo con un tributo que reflejase su amor por el cuadro boquense.
“Fue mi idea. La verdad es que todos los padres son especiales, pero yo consideraba a mi papá una persona super especial en todo sentido”, comento la mujer al medio eltucumano.com.
Publicidad
Según Yamila, su partida fue repentina para todos, por lo que un día, conversando con sus hermanos, es la menor de los seis hijos que tuvo Monasterio, les comentó su idea. Chancho dejó de existir un 3 de febrero de 2021
“De por si me costaba mucho ir al cementerio y saber que estaba ahí, no me parecía justo que una persona tan especial tenga algo común como el resto. Entonces les dije ‘¿y si le diseñamos una mini Bombonera?’. Obviamente me dijeron que sí. En medio del dolor nos resultó reconfortante que él tenga algo lindo, llamativo y alegre, como él lo era”, recordó Yasmila.
Publicidad
La creación de la mini Bombonera en memoria de su figura paterna es un claro ejemplo del cariño y la originalidad con que decidió cumplir su deseo. “Mi papá era el hincha número uno de Boca en Tafí del Valle", rememoró la hija de Chancho, que también ama al club de la ‘Mitad más uno’.
Las imágenes de la obra conmemorativa se volvieron virales en redes sociales y despertaron el interés y la curiosidad no solo de los hinchas de uno de los clubes más grandes de Sudamericana, que viene de jugar la final de la Copa Libertadores, sino de otros fanáticos.
“La gente cuando veía la obra, antes de que se le ponga el color, nos decía ‘qué lindo, qué alegría y qué tristeza al mismo tiempo’, porque mi papá era muy querido en Tafí del Valle”, recordó la heredera de esta pasión, que pidió ayuda a su cuñada, estudiante de arquitectura, para esta particular lápida.
Y es que la historia ha puesto en evidencia, una vez más, una notable influencia del fútbol en la cultura argentina, en la que la pasión a menudo trasciende el ámbito deportivo y adquiere una dimensión muy personal y familiar. De hecho, Boca tiene su propio día del hincha: el 12 de diciembre.
Publicidad
Es tal la lealtad a un equipo de fútbol que puede influir en las decisiones personales, hasta el punto de definir la última voluntad de una persona. Y, en este caso, en el de Carlos Monasterio, los colores azul y amarillo los llevará, incluso, en su última morada.
Publicidad
Le puede interesar: