La Real Sociedad ha despedido 2022 con un convincente triunfo por 2-0 ante Osasuna en el partido que ha supuesto el regreso de Mikel Oyarzabal a los campos de fútbol más de nueve meses después de que se rompiera el cruzado durante un entrenamiento. Los tres puntos permiten a los txuri urdin recuperar la tercera posición del campeonato y adentrarse en un 2023 que promete emociones fuertes.
Imanol Alguacil decidió suplir la importante ausencia de Mikel Merino con un cambio de sistema que le llevó a pasar del 4-4-2 que viene utilizando esta temporada al 4-3-3 con el que se manejó la mayor parte de la pasada campaña, con Kubo, Sorloth y Cho en punta. Arrasate, por su parte, recurrió a jugar con tres centrales, con Rubén Peña y Manu Sánchez, sus laterales, jugando a la altura del medio campo.
La partida de ajedrez fue para el técnico txuri urdin cuyo equipo durante la primera mitad monopolizó el juego. Suyo fue el balón y suyo el dominio ya que durante gran parte del tiempo la Real jugó en campo de un Osasuna que, al menos, supo cerrar los caminos hacia su portería.
A la Real le estaba costando generar peligro, pero en el minuto 22, tras un saque de banda, Kubo combinó con Brais que, dentro del área y escorado, recortó a Juan Cruz para batir a Aitor Fernández de tiro cruzado. Séptimo tanto en Liga para el centrocampista de Mos, de nuevo entre los destacados.
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Chimy Ávila, con un tímido remate a manos de Remiro, amenazó con una rebelión, pero fueron fuegos de artificio ya que fue la Real quien siguió controlando el encuentro al ritmo que marcó Silva, espectacular en algunos tramos, si bien los de Alguacil siguieron adoleciendo de colmillo en los metros finales.
En la reanudación, los locales parecieron encontrar el camino hacia la meta de Aitor Fernández con más facilidad. En el minuto 53 una triangulación dentro del área entre Silva y Kubo terminó con Cho disparando alto. Cinco minutos más tarde fue Brais quien probó fortuna desde fuera del área con un lanzamiento junto al poste. Y en el 62 Kubo, tras quebrar a un defensor dentro del área, disparó excesivamente cruzado.
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Se veía venir el gol y llegó dos minutos más tarde en una acción que nació con un taconazo de Silva en tres cuartos que habilitó a Brais; éste, a su vez, hizo lo propio en profundidad para el desmarque de Sorloth que, ante la salida de Aitor Fernández, le picó sutilmente el balón por encima para hacer el 2-0. Golazo. Otro.
Arrasate movió el banquillo y cambió de sistema pasando a un 4-3-3 y entre eso y que la Real cedió unos metros, los navarros comenzaron a jugar más tiempo en campo de su rival. De hecho, pudo recortar distancias Osasuna al poco tiempo en un centro que Darko cabeceó solo dentro del área con la mala fortuna para él de que su remate lo desvió Zubeldia, que se cruzó de forma providencial.
Alguacil, viendo que su equipo comenzaba a flaquear físicamente, introdujo tres cambios y acto seguido, tras una acción personal de Navarro, Sorloth perdonó el tercero en boca de gol.
Pero aunque la victoria tiene un gran valor para la Real, aún lo tuvo más el regreso de Mikel Oyarzabal, que a cuatro minutos del final volvió a pisar un terreno de juego más de nueve meses después de que se rompiera el cruzado en un entrenamiento. Fue el fin de fiesta perfecto.
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