En una reciente declaración, Pep Guardiola, uno de los técnicos mejor pagados y reconocidos del fútbol mundial, mostró una faceta insólita tras un partido donde el Manchester City iba en ventaja 3-0, pero terminó igualando 3-3 ante el Feyenoord por la quinta fecha de la Champions League.
Aparentemente, entre los momentos de euforia y frustración durante los 90 minutos, el reconocido técnico español se realizó lesiones en su cara que fueron evidente ante los medios de comunicación. Esto prendió las alarmas en el fútbol por la salud mental y la ansiedad que viven tanto jugadores como entrenadores.
"ME LO HICE CON LA UÑA, QUIERO HACERME DAÑO". Pep Guardiola sobre la imagen viral que aparece con el rostro lastimado. 😳
— SportsCenter (@SC_ESPN) November 26, 2024
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Un llamado de atención en el fútbol por la salud mental
En Blog Deportivo, Orlando Caicedo, psicólogo deportivo de la Selección de Honduras , hizo una reflexión sobre lo que pudo haber sucedido con Pep Guardiola, pues es un comportamiento para prestarle atención y tomar medidas preventivas.
"Lo que observamos es un llamado a la prevención y el autoconocimiento de los técnicos y jugadores. La inversión en el ser humano es esencial para mejorar el desempeño. A lo largo de los años, hemos asistido a seminarios enfocados en tácticas y estrategias, pero rara vez hemos dedicado tiempo a profundizar en el individuo desde una perspectiva integral", dijo el especialista en los micrófonos de Blu Radio.
Asimismo, el Dr. Caicedo hizo mención de la necesidad urgente de abordar la salud emocional de los profesionales del deporte, en especial cuando no se obtienen los resultados esperados, pues vale recordar que esta es la primera vez en la carrera de Guardiola que no gana en seis partidos consecutivos.
"Cuando no gestionamos adecuadamente nuestras emociones, éstas se manifiestan como tensiones o ansiedades. Recordemos que, como nos enseñó Einstein, la energía nunca se destruye, solo se transforma. Es crucial aprender a gestionar esas emociones para prevenir situaciones extremas como una autoflagelación", añadió.
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El Dr. Caicedo enfatizó que "tanto los jugadores como los técnicos requieren un apoyo profesional que les ayude a gestionar sus emociones antes de que estas escalen a niveles indeseables".
La educación emocional, por tanto, debe ser un pilar en la formación de estos deportistas. En el fútbol, donde la presión es constante y los resultados a menudo dictan el éxito o el fracaso, la vulnerabilidad emocional puede convertirse en un factor determinante en el rendimiento del equipo.
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