El centrocampista Joshua Kimmich y el extremo Serge Gnabry, titulares habituales en el Bayern Múnich, no tendrán acceso al hotel de la concentración del equipo para el partido del viernes contra el Augsburgo por no estar vacunados contra el coronavirus.
Lo mismo ocurre con Eric-Maxim Choupo Moting, suplente habitual de Robert Lewandowski, y con el mediapunta Jamal Musiala.
A los tres jugadores los afecta una nueva disposición del gobierno regional bávaro que exige que solo vacunados y recuperados puedan entrar a hoteles y restaurantes.
Gnabry, Kimmich y Musiala se vieron obligados ya a abandonar la concentración de la selección alemana para los últimos partidos de la eliminatoria mundialista después de un positivo del defensa Niklas Süle.
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Los tres jugadores habían viajado con él a la concentración por lo que se les consideraba contactos cercanos. Sin embargo, otros jugadores -Manuel Neuer, Thomas Müller y Leon Goretzka- siguieron con el equipo pese a haber viajado también con Süle.
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Kimmich había admitido antes no haberse vacunado argumentando dudas sobre posibles efectos secundarios a largo plazo de las vacunas disponibles, mientras que en el caso de los otros jugadores se desconocía que no estuvieran vacunados.
El primer ministro bávaro, Markus Söder, ha planteado la posibilidad de imponer la vacuna obligatoria para jugadores de fútbol como una forma de dar una señal a la población.
La campaña de vacunación en Alemania está estancada desde el verano, en parte debido al escepticismo de parte de la población.
Un 67,7 por ciento de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna y un 70,2 por ciento al menos la primera dosis con lo que se está lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño y de las cuotas de otros países europeos como España o Portugal.
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