Tras el bochornoso acto que se registró en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, previo al partido de Deportes Tolima y Millonarios , en el que donde un hincha agredió al jugador albiazul Daniel Cataño, el presidente del equipo bogotano, Enrique Camacho, se pronunció y aclaró si el encuentro se suspendió o su equipo no lo quiso jugar.
En diálogo con Mañanas Blu, Camacho negó haber dicho que se jugaría el partido si le quitaban la tarjeta roja a Cataño, la cual le sacaron al futbolista por devolver la agresión del aficionado; contrario a lo que a través de la señal de televisión pidió su técnico, Alberto Gamero. Además, con ello resaltó que la violencia en el fútbol es inaceptable.
"Millonarios nunca aceptará que ante hechos de violencia se lleven espectáculos futbolísticos y que los asistentes a los estadios deben entender que el fútbol se hace en paz, pasión y alegría sin agresiones, haya o no puñal eso no se puede admitir", indicó el directivo; que contradijo lo manifestado en caliente por Gamero, quien hizo la insólita petición.
El presidente del elenco 'embajador' también denunció la agresión al bus de su plantel e indicó que no era la primera vez que sucedía ese hecho violento. Del mismo modo, el directivo habló de los puntos en contienda y qué va a pasar con el encuentro deportivo.
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"Eso es una decisión que tiene que tomar la Comisión Disciplinaria, pero desde el punto de vista de Millonarios, a mí no me importa si se pierden los tres puntos. Me parece mucho más importante que se sepa que Millonarios nunca aceptará que hechos de violencia en el espectáculo", recalcó.
Su postura está soportada en que este tipo de sucesos no son ajenos al club, porque podría suceder con la propia hinchada, o con la contraria y es claro en que para él en eso deben ser radicales.
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"Los tres puntos me parece secundario, en ese entorno o se puede desarrollar en la industria del espectáculo. Que se sepa que nosotros hacemos respetar la reglas de juego y no cederemos ante la violencia”, señaló Camacho.
Finalmente, reprochó la actitud de la hinchada local al aplaudir al agresor a la salida del máximo escenario deportivo de los ibaguereños, cuando era conducido hacia los calabozos de la Fiscalía, luego de que Cataño interpusiera una denuncia por lesiones personales contra el agresor.