El Milan echó de menos este domingo a su estrella , un Rafael Leao envuelto en una situación muy poco habitual para él, totalmente desacertado, negado de cara a puerta y que con dos errores claros condicionó el choque ante el Torino (2-1), una derrota que relega a los 'rossoneri' a la tercera posición de la tabla en detrimento del Atalanta.
Tras la goleada al Dinamo de Zagreb (0-4) en Liga de Campeones y cuatro victorias seguidas en Serie A, el Milan afrontó con confianza un nuevo partido a domicilio con el aviso de las complicaciones que sufrieron en sus dos salidas anteriores, ante Hellas Verona y Empoli, en las que consiguieron los tres puntos en los compases finales.
Esta vez el partido no se presentó tan cerrado por el propio estilo de su rival, un Torino valiente que presionó a todo el campo y que dejó espacios. Y Leao, con espacios, es el jugador más peligroso de esta liga, con velocidad, fuerza y calidad para hacer mucho daño, siendo uno de los recursos principales ofensivos del Milan.
Sin embargo, esta no fue la noche del luso. Tan desacertada fue su primera mitad que Pioli le sacrificó en el descanso junto a Brahim Díaz, que le volvió a ganar la partida a De Ketelaere en el once y que, precisamente, cedió en bandeja las dos ocasiones más claras del partido a las botas de Leao.
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La primera con un pase largo que el portugués cazó con la pierna izquierda mientras botaba dentro del área pero que mandó muy por encima de la portería. La segunda, con un pase raso dentro del área que el extremo volvió a rematar mal en boca de gol. Una situación nada habitual para el internacional luso, visiblemente enfadado consigo mismo por el nivel mostrado.
Perdonó el Milan y el Torino revivió a partir del minuto veinte y dominó el primer tiempo ante un conjunto visitante errático, por momentos desorganizado en el centro del campo sin Bennacer y que vio cómo en dos minutos el 'Toro' iba a sellar la victoria con dos zarpazos.
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Djidji fue el encargado de abrir el marcador con un remate de cabeza en una falta lateral en la que quedó libre de marca y en la que no le hizo falta ni saltar ni hacerse hueco. Casi sin tiempo para celebrar, en el minuto 37, Gabbia pecó de falta de contundencia a la hora de despejar y Miranchuk se aprovechó para cruzar el disparo lo suficiente para hacer inútil la estirada de Tatarusanu. Dos minutos, dos goles y toda una segunda parte por delante para reaccionar.
Esta vez Pioli tenía efectivos para poder cambiar el devenir del partido. Actuó el técnico en el descanso e hizo tres cambios, el más llamativo el de Leao, que pese a no haber cuajado una buena primera parte ha demostrado hasta ahora ser un efectivo más que valioso en este tipo de partidos como arma de desatasque y que goza la confianza de Pioli.
Los cambios de Leao, Brahim y Kalulu, este último amonestado, no invitaron a pensar que el técnico les reservaba para el partido de Liga de Campeones ante el Salzburgo austríaco este miércoles en el que el Milan se juega su pase a octavos, sino más bien a verlo como una manera de agitar la zona ofensiva buscando aire fresco y dar un pequeño toque de atención.
No mejoraron lo presente los cambios, pero la inercia de empuje del actual campeón del 'Scudetto' mermó las energías de un combativo Torino que en el minuto 67 cometió un error que devolvió al partido al Milan con el tanto de Messias.
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Entró Giroud a ayudar a un desparecido Origi en ataque y cargar el área, pero no se movió el marcador en el Olímpico Grande de Turín, certificando la derrota del Milan, que cae a la tercera posición y que se queda a seis puntos del líder, el Nápoles, justo antes del trascendental partido de Liga de Campeones del miércoles, en el que se juega gran parte
de la temporada.
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