En el fútbol ruso ocurrió lo que, para muchos, es uno de esos extraños goles que ocurren de vez en cuando.
En un partido entre Zenit y Alania, de la segunda división rusa, por la Copa de Rusia, en el último minuto el árbitro cobró una falta y un tiro libre se ejecutó de algo más de 25 metros.
En el momento de la ejecución, todos los jugadores que estaban en la barrera corrieron para ponerse detrás del que iba a cobrar, para, luego, el que estaba frente a la pelota amagó a patear, pero quien ejecutó fue el segundo.
El baló se coló en el ángulo izquierdo del arquero y, de inmediato, los jugadores lo celebraron con euforia.
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El gol significó el empate 2-2 y forzó al cobro de tiros desde el punto blanco del penal. El Alania, el más débil, terminó ganando 6-5.
Продолжаем вспоминать голы матча #АланияЗенит
— ФК «Алания» (@fc_alania) April 21, 2022
Нестандартный (для тех, кто нас вчера увидел впервые) стандарт, идеально исполненный Николаем Гиоргобиани 🎯 pic.twitter.com/4u7eocLKHt
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