Austria se impuso este martes por 2-0 a una Alemania desastrosa que fue claramente inferior sobre todo a lo largo de la primera parte y pese a cierta mejoría en la segunda parte -cuando se quedó con 10 hombres por expulsión de Leroy Sané- no tuvo verdadera capacidad de reacción.
Lo mejor para Alemania de una noche para el olvido es que el marcador no haya sido más abultado lo que hubiera sido posible.
En la primera parte Austria fue claramente superior a Alemania. Tuvo más llegada, se fue ventaja, incomodaba permanentemente la salida alemana con una presión alta agresiva y atrás no permitió prácticamente nada.
En algunas fases parecía que hubiera más austriacos que alemanes en el campo. Además, reaccionan siempre con más rapidez y cuando tenían la pelota jugaban con mayor precisión y a un ritmo más alto que los alemanes.
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En el minuto 12 Michael Gregoritsch tuvo la primera ocasión al recibir, solo dentro del área, una falta lanzada por David Alaba desde el la mitad del campo pero remató mal. En el 17 otra vez Gregoritsch estuvo cerca pero remató contra el cuerpo del meta Kevin Trapp.
El gol llegó en el 29 con un remate de pierna derecha de Marcel Sabitzer dentro del área.
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Alemania, por su parte, todavía no había rematado a puerta. El primer remate lo tuvo Leroy Sané, en el minuto 32, con un disparo de zurda que el meta Alexander Schlager paró sin problemas.El segundo fue una volea desviada y sin peligro de Serge Gnabry en el 42 desde fuera del área.
Si en la primera parte los austriacos parecían ser más al comienzo del segundo tiempo empezaron a ser uno más cuando, en el minuto 49, Sané fue expulsado por agregó a Mwene.
Alemania había salido en plan de meter algo de más intensidad al partido y siguió en esa tónica tras la expulsión cuando incluso empezó a tener orden y tuvo una clara mejoría con respecto a la primera parte
Sin embargo, Austria seguía llevando peligro y el segundo gol llegó, marcado por Baumgartner en el 73, en una jugada iniciada por Alaba en el centro del campo. Alaba metió un balón largo, Gregoritsch prolongó y Baumgartner, tras deshacerse de Hummels, marcó con una vaselina a la salida de Trapp.
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Sólo hacia el final, como remates de fuera del área de Joshua Kimmich en el 77 y de Florian Wirtz en el 70, Alemania logró llevar algo de peligro a la portería contraria.
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