El gol de James Rodríguez ante Uruguay en el Maracaná en el Mundial de Brasil 2014 o la anotación de Falcao García ante Polonia en Rusia 2018 son dos de los mejores momentos que dejó la era dorada de la Selección Colombia, que culminó el martes con el estrepitoso fracaso de no clasificar a Catar 2022.
El equipo que dirige Reinaldo Rueda venció 0-1 a Venezuela, pero terminó las Eliminatorias Sudamericanas en el sexto puesto con 23 puntos, a uno de Perú que consiguió el cupo a la repesca y se jugará la clasificación en junio.
Por eso en Catar no estarán jugadores como Luis Díaz, estrella del Liverpool; James Rodríguez, máximo goleador de Brasil 2014, o el veterano Falcao García, que jugó su único Mundial en Rusia y es el mayor anotador en la historia de la selección.
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Colombia cerró así una brillante etapa que tuvo su pico en el Mundial de Brasil, en el que el equipo entonces dirigido por el argentino José Pekerman llegó a los cuartos de final y enamoró a propios y extraños con su fútbol armónico.
NUEVO PROCESO Y PUNTO DE QUIEBRE
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Tras la salida de Pekerman luego del Mundial de Rusia 2018, la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) comenzó a buscar un reemplazo y, tras cinco meses en los que el equipo estuvo a cargo de Arturo Reyes, contrató al portugués Carlos Queiroz, un prestigioso entrenador para mantener la senda del éxito.
Bajo el liderazgo del extécnico del Real Madrid, el equipo hizo una muy buena Copa América en 2019 en la que fue eliminado en la tanda de penaltis por Chile en cuartos de final y luego llegaron las Eliminatorias, que tuvieron un arranque brillante con un triunfo 3-0 sobre Venezuela y un empate 2-2 como visitante ante la selección austral.
Sin embargo todo se rompió en noviembre de 2020. Primero fue la derrota 0-3 con Uruguay en Barranquilla y luego la caída 6-1 con Ecuador en Quito, lo que precipitó la salida de Queiroz y enrareció el ambiente de un equipo que estaba en formación, con la pandemia entre medias, y parecía estar encontrando una buena forma.
NUEVO PLAN, PEORES RESULTADOS
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La llegada de Rueda ilusionó a la afición colombiana. Pese a que no estaba viviendo su mejor momento con la selección de Chile, el veterano estratega es recordado por la Copa Libertadores que ganó con el Atlético Nacional en 2016, un equipo que dominó el fútbol de la región ese año y que incluso llegó a la final de la Sudamericana, que no se disputó por la tragedia del Chapecoense.
Los primeros dos partidos, un éxito con buena cara: triunfo 0-3 en Lima contra Perú y empate 2-2 en casa con Argentina en junio de 2021, a los que se sumó una Copa América en la que si bien el equipo no mostró su mejor fútbol, terminó tercero tras caer por penaltis contra Argentina en semifinales y vencer de nuevo a la Blanquirroja, que había caído con Brasil en esa fase.
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Tras la Copa América, Colombia jugó su mejor partido de la era Rueda y con un juego de ensueño apisonó a Chile con un 3-1 que pudo ser más amplio y luego sacó un empate 1-1 de su visita a La Paz ante Bolivia.
De ahí en adelante todo fue a mal. Los siguientes siete partidos fueron un dolor de cabeza tras otro: cinco empates y dos derrotas, siete juegos en los que el equipo, con poca creatividad y efectividad, sucumbió ante rivales que tampoco mostraron un gran nivel y no fue capaz de anotar un solo gol.
El día más difícil del proceso fue el 28 de enero pasado, cuando los dirigidos por Rueda perdieron 0-1 con Perú en el estadio Metropolitano de Barranquilla, que estas Eliminatorias no fue un fortín, y revivieron a una Blanquirroja que supo defenderse y ganar al contragolpe en una de las últimas jugadas del partido.
Los rostros de desespero de los jugadores, la pelea de James con los aficionados y la poca sintonía que mostró el equipo en la cancha, a pesar de que ese día la figura fue el portero peruano Pedro Gallese, fueron las evidencias más grandes de que lo ocurrido bajo el liderazgo de Queiroz nunca se solucionó del todo.
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Sin rumbo, sin ideas y con un técnico que juego a juego defendió en las ruedas de prensa una propuesta poco vistosa para los ejecutores que tenía, como Díaz o James, el equipo sucumbió y cuando reaccionó ya era muy tarde.
A Bolivia le ganó 3-0 en la penúltima jornada y a Venezuela 0-1 en el cierre, con un mejor rendimiento que el mostrado en los partidos anteriores, pero ya era tarde, el conjunto cafetero no dependía de sí mismo para clasificar y sus rivales directos, Perú y Uruguay, cumplieron con sus objetivos.
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Colombia cerró así su era dorada, la etapa en la que James y Falcao lideraron a una generación privilegiada que mostró un fútbol prodigioso que volvió a poner el nombre del país entre los más importantes del mundo, especialmente en Brasil 2014.
Ahora, con Rueda más afuera que adentro, la selección deberá empezar de cero, tendrá que afrontar un nuevo proceso con miras a retomar el rumbo y soñar con ir al Mundial de Canadá, México y Estados Unidos en 2026 bajo el liderazgo de jugadores como Díaz, Carlos Cuesta o Luis Sinisterra, que tomarán la batuta de James, Falcao, Juan Guillermo Cuadrado y David Ospina.
Escuche el podcast de Cómo como aquí:
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