El Copenhague sacó un sufrido empate en la visita del todopoderoso Manchester City, que jugó una hora en inferioridad, en un partido de mucho brío, polémica y un resultado que premia la esforzada actuación del equipo local.
Pese a jugar con diez muchos minutos, el City tuvo las mejores ocasiones y desperdició un penalti, pero se estrelló contra Grabara, el portero local, y acabó dejándose ir.
El Copenhague llegaba malherido. A la goleada encajada hace una semana en Manchester (5-0) y el doloroso empate en el tiempo añadido contra el Nordsjælland (1-1) en la liga danesa, sumaba un reguero de bajas: sin su mejor central, su capitán y mediocentro, el creador del equipo y su delantero titular.
Pero el partido se pareció poco al del Etihad Stadium, un paseo del equipo inglés. El City -que reservó a varios titulares como Haaland, Silva y Foden- dominó igualmente la pelota, pero llegó mucho menos y su rival, que jugó con línea de cinco atrás, se sintió más seguro, presionó muy arriba cuando pudo e incluso metió el miedo en dos o tres jugadas.
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No le faltó trabajo al VAR en la primera parte. Hasta tres veces tuvo que ir Artur Dias a revisar varias jugadas polémicas. La primera, en el minuto 11, una mano previa de Mahrez que anuló el golazo de volea de Rodri. La siguiente, un penalti por mano clara de Boilesen, que Grabara le adivinó a Mahrez.
Y la tercera, a la media hora, una falta de Sergio Gómez, último hombre, que derribó a Haraldsson y acabó expulsado con roja directa. Guardiola recompuso el equipo con Rubén Dias por Mahrez y una línea de tres, retrasando a Rodri a la defensa.
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El City siguió teniendo la pelota, pero apenas creó peligro frente a un rival que se creció y merodeó el área en varias ocasiones, sobre todo aprovechando errores en la salida del City, como en un tiro de Lerager que Ederson mandó a córner.
Salió enrabietado el equipo local tras la pausa, embotellando a un rival que respondió pronto con un zurdazo de De Bruyne en el que de nuevo se lució Grabara.
En inferioridad, le costaba encontrar los huecos al City, amasando la pelota pero sin muchas ideas arriba, con Grealish inoperante y algún despiste grosero atrás que el Copenhague, todo voluntad, no supo aprovechar.
La tuvo Johannesson, que no llegó por centímetros para empujar un centro de Kristiansen, el lateral izquierdo, sobresaliente en la segunda parte.
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Metió Guardiola a Foden y a Silva para ganar el partido, pero el ritmo ya había caído de forma sensible y ambos equipos parecían satisfechos con el empate. Solo un tiro de Cancelo que salvó Grabara y otro ligeramente desviado de Stamenic pudieron alterar el resultado en el tramo final.
El empate mantiene de líder al City en un grupo ya decidido en las dos primeras plazas. Al Copenhague le da moral para ir a Sevilla, donde se jugará la tercera y el pase a la Liga Europa.
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