La selección colombiana disputará la final de la edición 48 de la Copa América con Argentina tras vencer este miércoles a la de por 0-1 en Charlotte.
Un gol del centrocampista Jefferson Lerma en el minuto 39 en lo que fue la sexta asistencia de James certificó la clasificación del equipo cafetero en el Bank of America Stadium de Charlotte.
El equipo conducido por Néstor Lorenzo jugó todo el segundo tiempo con un hombre menos luego de la expulsión del lateral derecho Daniel Múñoz que vio su segunda cartulina amarilla por un codazo en el pecho a Manuel Ugarte en el 45+1.
Colombia y Argentina disputarán la final de la Copa América este domingo 14 de julio en el Hard Rock Stadium de Miami (Florida).
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Guillermo Ruiz Bonilla, historiador sobre el fútbol colombiano y autor de más de 40 libros, habló en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga sobre la final que disputará la Selección Colombia, las posibilidades que tiene y las estadísticas que marcan el partido entre los dos equipos.
Recordó que en 1987 la Selección Colombia le ganó por primera vez a la selección albiceleste, "le ganamos por primera vez a Argentina en Buenos Aires dos goles a uno con Maradona y su combo", contó.
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Sobre la posibilidad de que el encuentro quede empatado, el analista aseguró que aunque es una posibilidad, con el juego que está teniendo Colombia, la Selección puede lograr ganar en el campo de juego.
"Y esa es una alternativa que existe, obviamente, pero yo creo que el equipo colombiano es capaz de sacar el partido sin sin necesidad de llegar a los penales. Este equipo resuelve las cosas de una manera maravillosa", dijo.
Colombia también sabe ganar luchando
Un codazo de Daniel Muñoz pudo haber arruinado el sueño de Colombia de levantar la Copa América. Pero los cafeteros, que llegaron a la semifinal del miércoles descorchando el champán con un 5-0 a Panamá, demostraron contra Uruguay que también sabían ganar luchando.
Otros equipos se habrían hundido al quedarse con uno menos justo antes del descanso, pero esta selección ya no sabe perder, ni siquiera cuando uno de sus mejores jugadores hace lo inexplicable.
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Colombia llegaba al final de la primera parte con un botín inesperado. Había aguantado el arranque poderoso de Uruguay, dominador con dos claras ocasiones falladas por Darwin Núñez, y se había adelantado en el minuto 38 gracias a un testarazo de Jefferson Lerma en un saque de esquina botado por James Rodríguez.
Pero quién sabe lo que pasa por la cabeza de los jugadores en estos partidos. Demasiada presión para algunos, demasiados nervios. El lateral Muñoz se ganó la segunda amarilla tras un codazo absurdo al pecho del uruguayo Manuel Ugarte y dejó a los suyos con uno menos en el tiempo añadido de la primera parte.
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Quedaba un largo segundo tiempo por delante frente a uno de los equipos más intensos del torneo, el Uruguay de Marcelo Bielsa, puro vértigo. La salvación colombiana iba a depender de su concentración y resistencia, todo un examen de carácter.
Los jugadores de Néstor Lorenzo superaron el reto y dejaron claro que eran mucho más que la seda del pie izquierdo de James, autor de su sexta asistencia el miércoles, o el talento de Luis Díaz.
Ahora tocaba defender la ventaja con el cuchillo entre los dientes y ellos estaban listos para eso.
Escuche aquí la entrevista:
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