El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, mantuvo este jueves una serie de reuniones con autoridades argentinas para conversar sobre la final de la Copa Libertadores, que se jugará el 30 de noviembre en Buenos Aires.
"Trabajando en lo que viene: la gran final de la CONMEBOL @Libertadores 2024 en Buenos Aires. Me reuní con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina. ¡Muchas gracias por recibirnos!", publicó el dirigente paraguayo en su cuenta de la red social X.
"Vamos a garantizar absolutamente todo para que sea una final como la que merece la Copa Libertadores y para que la Argentina sea un orgullo en toda América Latina", señaló Patricia Bullrich, en un video publicado en su perfil de esa misma red.
Poco después de ese encuentro, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, publicó por esa misma vía imágenes de distintos encuentros que mantuvo con Domínguez junto a distintas autoridades locales, incluyendo al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
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En uno de ellos estuvieron el ministro de Seguridad de la ciudad, Waldo Wolff, y el secretario de la misma cartera, Diego Kravetz, además de "autoridades de la Conmebol, de la Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires de cara a lo que será la final del torneo internacional más prestigioso de Sudamérica a nivel clubes", explicó Tapia.
"Tratamos temas de seguridad, logística de traslados, mantenimiento y diversas opciones relacionadas a la organización para que en Argentina se viva la mejor de todas las finales", agregó.
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Durante uno de estos encuentros estuvo presente Jorge Brito, presidente de River Plate, cuyo estadio, el Más Monumental, es el gran candidato a albergar la final del torneo continental en noviembre ya que tiene capacidad para unos 85.000 espectadores.
En febrero pasado, se conoció que Buenos Aires albergará la final de la Libertadores 2024, lo que sucederá por primera vez desde que este torneo se resuelve a partido único en su última ronda (2019).
Buenos Aires albergará una final de Libertadores por vigésima primera vez; la última de ellas fue la fallida de 2018 que protagonizaron los rivales eternos, River Plate y Boca Juniors, y cuya vuelta debió resolverse en Madrid.
Aquella fue una final inolvidable, por ser la primera que enfrentaba a dos equipos de la rivalidad de millonarios y xeneizes y por cómo se desarrollaron los acontecimientos: la ida debió jugarse un día después de lo previsto por inundación en las instalaciones de La Bombonera, la cancha de Boca Juniors, y la vuelta se trasladó a Europa después de que hinchas de River atacaran el vehículo de los auriazules en los aledaños del estadio de Núñez.
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Desde entonces, la Conmebol le otorgó la organización de la final de la Libertadores a Lima, Río de Janeiro (en dos ocasiones), Montevideo y Guayaquil (Ecuador).
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