En pleno 24 de diciembre, América de Cali recibió un inesperado revés por parte de la Dimayor, que oficializó una serie de sanciones severas tras los incidentes protagonizados por algunos de sus hinchas durante la final de la Copa BetPlay 2024 frente a Atlético Nacional.
Resolución de la Dimayor: multas y sanciones
A través de la resolución No. 118 de 2024, la Dimayor castigó al club escarlata con:
- Seis fechas de suspensión del estadio Pascual Guerrero, lo que significa que el América deberá jugar a puerta cerrada o buscar una sede alterna.
- Una multa económica de $3.575.000 pesos colombianos por infringir varios numerales del artículo 84 del Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF).
Además, la sanción fue más allá de lo esperado:
3. Pérdida automática del partido de vuelta por 3-0 debido a la infracción del literal h) del artículo 83 del CDU. Esto dejó el marcador global de la serie 6-1 a favor de Atlético Nacional, quien ya había tomado ventaja en el partido de ida.
4. Una segunda multa, esta vez de $6.500.000 pesos colombianos, en relación con los desmanes registrados.
El contexto del castigo
La sanción llega después de los graves incidentes ocurridos en el estadio Pascual Guerrero durante el partido de vuelta de la final. Según el informe oficial, un grupo de hinchas generó altercados que pusieron en riesgo la seguridad de los asistentes y empañaron la celebración deportiva.
El América de Cali, que esperaba cerrar el año con un título, ahora enfrenta un inicio de 2025 complicado. Con su casa suspendida por seis fechas, el equipo tendrá que buscar alternativas logísticas para la Liga BetPlay 2025-I. Además, la pérdida de puntos y el marcador adverso en la final deja un sabor amargo entre sus hinchas, quienes esperaban celebrar en diciembre.
Por su parte, Atlético Nacional se consagra campeón de la Copa BetPlay 2024, asegurando un lugar en torneos internacionales y consolidando un dominio sobre su rival caleño en esta temporada.
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El golpe económico y deportivo para América de Cali marca un llamado de atención tanto para la dirigencia como para los seguidores del club, con el fin de evitar futuros episodios que perjudiquen al equipo y su reputación. Mientras tanto, la Dimayor reafirma su compromiso con la seguridad y el juego limpio en el fútbol colombiano.
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