Hay algunas faltas que cometen los futbolistas que, en ocasiones, pueden causarle más que una expulsión . Esto, hay que decir, de acuerdo con la gravedad del hecho. En Colombia, por ejemplo, un jugador podría recibir tal castigo que quedaría suspendido, incluso, por años y no solo por un par de fechas.
Según el código disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), sobre las causales de expulsión, si el futbolista agrede a un rival y le ocasiona una incapacidad definitiva, es decir, que no puede volver a jugar , podría ser suspendido hasta por cinco años.
“Si la lesión ocasionare incapacidad temporal o definitiva a juicio de un médico designado por la entidad organizadora del partido, el club al que pertenezca el infractor responderá por los gastos médicos y hospitalarios que se causen al igual que los costos laborales de la incapacidad”, especifica el artículo 63.
“Si como consecuencia de la lesión el agredido no pudiere volver a actuar, la suspensión del responsable será hasta de cinco años”, puntualiza.
Además, según la gravedad del daño físico o la lesión, será multado de 21 a 30 salarios mínimos diarios legales vigentes, al momento de la infracción.
Esto equivale a 910.000 pesos o 1.300.000 pesos, correspondientemente.
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“Suspensión de cinco (5) a ocho (8) fechas y multa de veintiuno (21) a treinta (30) salarios mínimos diarios legales vigentes al momento de la infracción si como consecuencia de la acción violenta se ocasionare daño físico o lesión, según la gravedad del hecho”, recalca.
Otra dura sanción, según la FCF, es por una conducta antideportiva contra “un oficial” del partido o por no acatar sus órdenes. Será multado hasta con dos o cuatro salarios mínimos mensuales legales vigentes y hasta cuatro fechas.
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Esto significa que deberá pagar alrededor de dos millones de pesos o, de acuerdo con la gravedad, hasta 5.2 millones de pesos en total.
“Suspensión de dos (2) a cuatro (4) fechas y multa de dos (2) a cuatro (4) salarios mínimos mensuales legales vigentes al momento de la infracción por conducta antideportiva contra un oficial consistente en protestar sus decisiones, cumplir sus órdenes negligentemente o desobedecerlas”, se lee en el código de la FCF.