El Tour de Francia regresa a Tignes el domingo en la etapa reina de los Alpes, dos años después de que se abortara la llegada por un desprendimiento de tierra durante el descenso del Iseran.
La 9ª etapa, de 144,9 kilómetros, cuenta con 51,2 kilómetros de ascensión repartidos en cinco puertos, uno de ellos de categoría especial (el Col du Pré).
"El inicio es exigente con la Côte de Domancy (km 19), el Col des Saisies (km 49) y el estético Col du Pré (km 80)", avisa el director de carrera, Thierry Gouvenou.
"Pero el descenso del Cormet de Roselend (km 93) es largo y todavía queda una parte de valle hasta llegar a la subida de Tignes, donde se debería jugar todo".
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La subida final (21 km al 5,6 %), que parte del valle de la Tarentaise, termina a dos kilómetros de la meta en la estación, en Val Claret, a una altura de 2.107 metros, la segunda más alta de esta edición del Tour por detrás del Col du Portet.
En 2019, la etapa de Tignes tuvo que interrumpirse antes de la subida final, declarada sin ganador y contando los tiempos al paso por la cima del Iseran. Aquella edición del Tour la ganó el colombiano Egan Bernal.
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La salida desde Cluses tendrá lugar a las 11h00 GMT y la llegada se calcula en torno a las 15h47 GMT.