El esloveno Tadej Pogacar aseguró que atacó en la subida a San Luca, última cota de la segunda etapa del Tour de Francia para probar a sus rivales y señaló que no le sorprendió la respuesta del esloveno Jonas Vingegaard, cuyo estado de forma era un interrogante tras la dura caída que sufrió en primavera.
"En la primera subida a San Luca los corredores del Visma (de Vingegaard) han controlado bien, pero en la segunda me sentía con más fuerzas y he decido poner a prueba a los otros", dijo el corredor del UAE.
"Era una subida muy corta y no me ha sorprendido la respuesta de Vingegaard. Hemos rodado juntos pero al final hemos visto como Carapaz se unía a nosotros", agregó.
El ganador del último Giro de Italia logró distanciar a todos los favoritos menos a Vingegaard y en el tramo final se les sumaron el ecuatoriano Richard Carapaz y el belga Remco Evenpoel.
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Pogacar afirmó que corrió de la forma que le gusta, ofensivo, y alabó el ambiente festivo que había en el ascenso a la cota de San Luca, desde la que se domina la ciudad de Bolonia.
El esloveno, que se vistió con el maillot amarillo, no quiso desvelar si tratarán de mantenerlo en las próximas etapas: "Eso lo veremos día a día, nosotros vamos a seguir nuestro plan original".
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