¿Es el comienzo de una larga serie? Tadej Pogacar, que repitió su triunfo del año pasado en el Tour de Francia , tiene el camino abierto para los próximos años si consigue superar los obstáculos que le esperan.
"Ha ganado el Tour a una edad en la que Eddy Merckx todavía no lo había corrido", señaló el director de la 'Grande Boucle', Christian Prudhomme. Antes incluso de cumplir 23 años el esloveno ya cuenta con un espectacular palmarés.
Solo en la temporada 2021 ha conquistado un 'monumento' (la Lieja-Bastoña-Lieja) y el Tour, la carrera más importante del año. A eso podría añadir la prueba en ruta de los Juegos de Tokio, "mi próximo objetivo", anunció.
Y después, tal vez, la Vuelta a España, que comienza a mediados de agosto, aunque al contrario que su equipo UAE, el ciclista mostró dudas el sábado sobre su participación: "Veremos después de los Juegos, tengo ganas de descansar, de recuperar".
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La competencia
El propio Pogacar descartó la hipótesis de una era de dominación absoluta, abierta por su doble triunfo. "Está surgiendo una nueva generación, con Tom Pidcock, Mathieu van der Poel, Wout van Aert, Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel...", enumeró el esloveno. "Vamos a tener batallas increíbles".
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A esta lista se añade evidentemente el equipo número 1 del pelotón, Ineos, derrotado en los dos últimos años pero armado para rivalizar al menos de forma colectiva. ¿Quién será su jefe de filas en 2022?
Ganador del Tour en 2019, desfondado el siguiente año, el escalador colombiano Egan Bernal dominó en mayo el Giro de Italia sin, eso sí, la misma superioridad que el esloveno. Pero a los 24 años este gran talento está lejos de haber dicho su última palabra, mientras que el joven Pidcock (21 años), que todavía no ha corrido su primer gran vuelta, empieza a asomar.
El recorrido
Prudhomme subrayó el "abanico de capacidades" del esloveno, cómodo en todos los terrenos, el más fuerte este año en contrarreloj y montaña. Su sentido de la ubicación se añade a la colección. Instruido por su infortunio en el Tour 2020, no se dejó sorprender en los intentos de abanicos. Finalmente, a diferencia de sus principales rivales (Primoz Roglic, Geraint Thomas), el futuro maillot amarillo pudo superar las caídas de la primera semana.
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Todo ello hace que sea un corredor completo, capaz de adaptarse a todo tipo de recorridos. Queda la incógnita de los adoquines, donde Pogacar nunca ha corrido en competición desde que se hizo profesional en 2019. La salida del Tour-2022 en Dinamarca sugiere que la primera semana de la carrera será como una clásica plana con la posibilidad de los sectores adoquinados de la París-Roubaix si la carrera entra en Francia por el norte.
No obstante, el esloveno ha participado en las tres últimas ediciones de la Strade Bianche, los caminos de tierra sin pavimentar en Toscana y ha ido mejorando sus resultados (30º, 13º y 7º).
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Los riesgos propios de una carrera
Como bien supo el francés Laurent Fignon, ganador sorpresa de su primer Tour de Francia en 1983 y gran dominador el año siguiente, todo puede pasar. Al contrario de lo que parecía, Fignon, que tenía 23 años cuando se ciñó su segunda corona, fracasó posteriormente cada vez que intentó ganar la 'Grande Boucle'.
El riesgo a sufrir una enfermedad o una lesión -como en el caso del belga Evenepoel, víctima de una dura caída en el Giro de Lombardía- forma parte de una carrera. Lo mismo que el riesgo de una sanción si se cruza la línea roja del dopaje, ya sea médico o tecnológico.
"Para mí está claro, el dopaje es una plaga", repitió Pogacar, quien menciona los múltiples controles en los que siempre ha dado negativo. Pero hace mucho que la ausencia de controles positivos basta para terminar con las sospechas en el deporte de élite.