El estadounidense Sepp Kuss, líder de la 78ªVuelta a España por cuarto día consecutivo, no tuvo ningún problema para conservar el jersey rojo en La Laguna Negra, donde se sintió cómodo porque "no se ha subido tan rápido como en 2020".
"He disfrutado de un buen día y con sol. No habría apostado por una ascensión tan tranquila. En 2020 se subió muy rápido y con mucho frío, pero hoy no se ha subido tan rápido como entonces. Además, a mitad de subida ha habido un parón", comentó.
"Para hacer daño hay que ir más rápido y esta vez llegaban muchos corredores que podían esprintar en los últimos metros", afirmó el ciclista.
Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step) lanzó un ataque al que no tuvo problemas para responder el de Durango (Colorado). "He salido a su rueda porque estaba bien para el esprint final", a pesar de que reconoció que este tipo de llegadas tan explosivas "no son las que más me gustan. No son mi esfuerzo preferido".
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Kuss aseguró que tras la contrarreloj de Valladolid está "muy contento" y esta undécima "he sentido bien las piernas", además el liderato le está dando "mucha confianza".
Sobre el desarrollo de la etapa lo calificó como "un buen día" en la que tardó "bastante en hacerse la fuga y era un grupo grande", por eso en su equipo les dejaron hacer y que se peleasen la victoria para "poder afrontar el último puerto de forma más defensiva".
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"De todos modos, aunque hubiéramos corrido más rápido o más lento, creo que habría sido un esprint como el que hemos acabado viendo. Todo el mundo se estaba vigilando porque es un puerto en el que tenías que gastar mucho para hacer diferencias. Los ataques han sido de gente que estaba un poco más atrás en la general", concluyó Sepp Kuss.
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