La salmantina Ciudad Rodrigo recibió este viernes la decimosexta etapa de la 75 Vuelta a España , en la que definitivamente quedó desvelada el arma secreta que está utilizando el esloveno y líder Primoz Roglic (Jumbo Visma) en su camino para hacerse con su segundo maillot rojo consecutivo: las bonificaciones.
El grupo de cabeza llegó muy seleccionado a la ciudad mirobrigense y desde el primer momento quedó claro que el exsaltador de esquí estaba por asumir el riesgo controlado de meterse en el esprint para ver si podía echar nuevamente algún segundo a su zurrón. Lo consiguió y sumó 6 nuevos segundos, aunque se le escaparon por poco los 10 que se lleva el ganador de la etapa y que esta vez fueron para el danés Magnus Cort Nielsen (Education First).
Como buen depredador, el esloveno no dejó pasar la oportunidad de asestar un nuevo golpe a sus adversarios. Ahora el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) se encuentra ya con 45 segundos desventaja y el británico Hugh Carthy (Education First) acumula 53.
Desde la disputa el martes de la contrarreloj que concluyó en el muro del Mirador de Ézaro en la Costa da Morte y devolvió a Roglic la 'roja', todos han anunciado su intención de provocar alguna emboscada que resulte definitiva.
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De las cuatro oportunidades reales que quedaban, antes de disputar la etapa-homenaje con final en la Plaza de Cibeles madrileña, han pasado tres etapas y no se ha registrado ninguna novedad en lo referente a los primeros puestos de la clasificación y con ello en la lucha por el podio.
Esta edición de diamantes de la carrera española está resultando tremendamente igualada y solo las bonificaciones han sido capaces de abrir algún hueco entre los primeros clasificados.
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Roglic acumula cuatro triunfos de etapa, tres de ellos bonificados, más tres segundos puestos que le han reportado hasta el momento en estas dieciséis jornadas 48 segundos más para restar en su tiempo oficial en la clasificación general.
Por su parte, la locomotora de Carchí, el único de los tres que todavía no ha ganado, y Carthy solo han sido capaces de conquistar 10 segundos cada uno.
En tiempo real, sin la acumulación del tiempo regalado por la organización de la carrera, la clasificación actual no sufriría ninguna variación entre ellos tres, para la última etapa el esloveno volador únicamente dispondría de siete segundos frente al carchense y un cuarto de minuto sobre el de Preston.
A todos ellos solo les quedan los 178,2 kilómetros entre Sequeros y el Alto de la Covatilla para cambiar el rumbo de esta atípica Vuelta, la más tardana en el calendario de la historia.
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A Roglic le tocará defenderse y a los demás, Carapaz, Carthy y el irlandés Dan Martin (Israel) ver si pueden encontrar el punto de flaqueza que encontró en el pasado Tour de Francia su compatriota Tadej Pogacar (UAE Emirates) para derrotarlo en la misma jornada, la penúltima.
También lo quiere intentar el español Enric Mas (Movistar), que ocupa la quinta posición y es el que más difícil lo tiene. El mallorquín ya sabe lo que es auparse al podio de la Vuelta, lo hizo en 2018 en la segunda posición tras el británico Simon Yates (Mitchelton Scott), y ahora solo le vale mejorar en la clasificación o al menos intentarlo.
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Es el último día, una jornada muy dura. Esperemos que el tiempo nos respete, a disfrutar y ojalá a dejar huella
En un arranque de sinceridad ha dejado claro que "hacer quinto, sexto o décimo no va a cambiar nada", pero cree que si "se avanza posiciones sí será una diferencia".
La formación telefónica ha buscado el protagonismo y en muy pocas ocasiones se han escondido en esta Vuelta, aunque en su cuenta de resultados solo aparece el ya lejano triunfo de Marc Soler en la segunda etapa en Lekunberri y certificar definitivamente un nuevo triunfo en la clasificación por equipos.