El australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) aprovechó una etapa que se ajustaba a sus condiciones para firmar el doblete en el Giro , pero admitió la dureza de la llegada, donde iba con las piernas "ardiendo".
"Sabía que era un buen final para mí. Fue cuestión de ser inteligente y salir en el momento oportuno para remachar con triunfo el gran trabajo del equipo", señaló en la meta de Termoli el ciclista de "auusie".
Ewan, nacido hace 26 años en Sydney, explicó la exigencia de la última parte de la etapa que finalmente se apuntó en el palmarés.
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"Tuvimos que permanecer en la parte delantera durante los últimos 10 kilómetros. El inicio de la subida fue la parte más importante, la clave de la etapa. Fue un final superduro y tuve que ir a tope para ganar. Mis piernas iban ardiendo", destacó.
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